Escribo por no morirme, total
tampoco me importa mucho la disposición de los versos
ni la desgracia del lector.
Abrazo lo indómito de mi propia psique
y me desembarazo del formalismo y las etiquetas.
En definitiva sigo vomitándole en cada palabra
Y parece que no podría ni en mil años
arrancármelo
y dejar este espacio por fin limpio
de besos contaminados, del hurto de mi alma,
del implacable cansancio con el que ahuyentaría a
cualquiera...
limpiar este espacio de
toda aquella torpeza animal con la que yo
limpiaba sus labios, comía de su mano
y creía fructificar
(que siempre me sonó a frutas que caen de un árbol)
En definitiva, cuando de pronto un día me levanto de la cama
y veo la repugnancia del mundo a mi alcance
y pospongo todo lo bueno para mañana
y el universo me provoca
con sus traviesas amenazas.
Es entonces cuando pienso,
ese cabrón me robó la sensatez y tendremos que ir
ferozmente
a recuperarla.
Cuando el silencio me ahoga, enciendo la radio y me llegan de un planeta lejano voces que apenas comprendo: ese mundo tiene su tiempo, sus horas, sus leyes, su lenguaje, preocupaciones, diversiones que me son radicalmente extraños.
Simone de Beauvoir.
Escisión.
"No soy juiciosa, no suelo distinguir el peligro"
Aquella chica disidente que se separaba del grupo
en la excursión,
aquella chica a la que le gustaba
caminar la última,
nunca aprendió disciplina.
Y aunque era elevada, buena, piadosa
tenía en los ojos cierta agudeza maligna
una sospecha, la certeza de la duda,
que persistía con severidad en su cabeza
como agua estancada que nunca va a correr.
Todo ocurrió después de aquello de
la lanza en el costado
(que siempre fue una de sus frases,
en principio nada profunda, preferidas)
Cuando trás resoplar cayó a su lado
en una cama a algún metro del suelo
y se sintió bucólica aún en la ciudad
y dió por hecha la misericordia de la vida
como quien enciende el último cigarrillo
junto al estanco.
Después, vino la carnicería
el destrozo causado por la musculatura y el
cardítico amor que se moría de estafa.
Después vino el encontronazo con el odio
y todas esas cosas que una prefiere relegar
a días de ansiedad, nublados
cargados de botellas, como una bodega etérea.
Vaticinó después que se sentiría capturada
como en una célebre cárcel donde dormir
precozmente.
Sin privilegios, miraba por la ventana y sabía que
hacía falta organización y volver a mirar el mundo
como si no fuera una amenaza
sólo algo retrasado, lento, aplazado e incorrecto.
Un lugar por el que había de pasar
a toda prisa.
Por safrika señorita a las 2:00 p. m.
- Buenas noches preciosa. Te echaré de menos.
Por safrika señorita a las 2:35 a. m.
Yo sé de qué va esto, vaya.
Lo fácil es engañarse y pensar que todo
seguirá siendo siempre igual o que incluso mejorará..
Que esos pequeños trofeos que tenemos encontrarán una cajita preciosa donde guarecerse.
Pero cariño tú sabes que
hay cosas que vuelan desde las ventanas hasta el suelo
algunas caen como plumas otras parecen pesados sacos
y caen en línea recta o al menos eso parece desde la ventana.
A nosotros
de pequeños
nos gustaba tirar globos de agua desde el séptimo
pero aquellos cabrones de enfrente nos superaban
arrojando su propia mierda a aquel vacío inmenso
que era la calle.
La conclusión es que después de eso
de sentirte un rey arrojando cosas desde lo más alto
y de sentirte independiente subido en tu bicicleta camino
de ninguna parte
después de eso sólo se puede ir
cuesta abajo.
Y lo mismo pasa con cada día que perecemos juntos
mirando sorprendidos
la pequeñez abstracta de una fantasía ridícula
la muestra singular de un pequeño trozo de vida
que pareció real que pareció "lo que tenía que ser"
No quiero romperlo todo y decir que
algo se ha perdido,
sencillamente quería reflejar lo efímero de
la calidez, del orgullo, de las manos que no se cansan,
del murmullo infatigable de una conversación.
Es lo mismo que el pensamiento aquel de que
el amor había de durar como mucho
dos años.
Con eso también quise creer que me equivocaba.
Fue duro, supongo.
Un dia abrirse así.
De golpe.
Por safrika señorita a las 12:50 a. m.
Esta es una de esas noches de tinta china y agua que gotea en el baño.
Es una de esas noches de mutilación frente al ordenador
Hace frío y la ventana esta abierta pero nunca
te levantarás de la silla a cerrarla.
Ni siquiera pretendes parecer poética, la vista se nubla porque quisieras
morirte porque siempre coincide tu ovulación con su cansancio y el miedo con
la concreción del terror.
Porque nada importa demasiado en realidad, y en el fondo de ti lo sabes
eres una chica "intrínsecamente positiva"
y
- estás helada, te presto la chupa?
- no
- y me la chupas?
Unas risas tontas, otro trago de cerveza
después vengo a casa y como, después fumo
como costumbre
y quiero explicar algo pero
el vacío está ahí, detrás de todo porque al final,
aunque suene a tópico
siempre estamos solos
y eso es lo que hay que comerse
y metersélo en la cabeza y
entenderlo
llegar a la esencia de una verdad
universal y maligna:
Siempre
solos.
Y hemos de
aprender.
Por safrika señorita a las 12:37 a. m. 8 pulsaciones
Hollywood seré.
Yo seré como Clara Bow en el casino,
como Clara en la cama, descoyuntada bajo un abrazo.
Seré como Lupe Vélez, resbalando en su propia mierda
cayendo
con la cabeza dentro del váter
muerta sin haber logrado
vomitar
el seconal.
Yo seré
como Frances Farmer
(como en aquella foto donde fuma y sonríe)
condenada al infierno
casi siempre despeinada,
un excelente ejemplo
sobre el que desbeber.
jueves, 23 de noviembre de 2006 | Por safrika señorita a las 7:26 p. m.
Hujila era una chica medio muerta, de película gore tripas colgando y trozos de traquea esparcidos por el cuarto. Soliamos bailar como podiamos, en salas para abueletes y marujas de todo a cien. Hujila era roja y blanca, con cara de bala y medias de rejilla. Hujila doña heroína, como le llamaban en el barco pirata que estaba atracado en el puerto los marineros: Hujila doña heroína, la hija del jefe, la de los leotardos rotos y celo de rata. Vagaba yo, con Hujila por las calles viejas medio empedradas, y me sentía romántico, con las cejas empinadas y a la luz de la luna con mi medio muerta amante de ojos hundidos y caderas de elefanta. Juntamos las manos sentados en un banquito. Doña heroína, Hujila... era una putilla de la periferia de padre rico y madre internada, con los labios mas morados del mundo y la vagina mas húmeda que jamas conocieran mis dedos de uñas mordidas.
Nos conocimos en la calle de las cerillas, la tarde de hacia dos semanas, y con le corazon encogido ante esa distraida belleza e indefension, ante tanta sangre y viscera a flor de piel, le dije, quieres apuntarte conmigo a bailes de salón. Y ella meó entre dos coches, mientras con la cabeza asentía y se miraba los zapatos, salpicados ya con cientos de gotitas del amarillísimo líquido, tan precioso.
Así que di una última calada a mi habano y le dije.
- creo que a partir de ahora iré siempre trás tus pasos.
Ella suspiró entonces, y subiéndose las bragas respondió.
- Vale.
Por safrika señorita a las 2:17 p. m.
Tenía la mujer el pelo eléctrico, o mejor, como una madeja de esparto.
Era rubio de bote, un rubio de bote sumamente artificial. Tal vez con demasiada agua oxigenada. Había sido profesora de francés en una academia de pago, y me enseñana a pronunciar Je t´aime.. veux tu m´épouser?. Y ella me preguntaba, ¿a quien quieres decírselo? y yo la miraba de reojo, sonreía y le guiñaba un ojo. Cuando la saludaba por la mañana, siempre le decía Bonjour! y para despedirme lo hacía con au revoir. También usaba el merci cuando me pasaba unos papeles alargando mucho el brazo, desde la mesa de enfrente. Llevaba una camisa marrón y sacaba las solapas por encima de la bata blanca de la que abrochaba hasta el último botón. No era una mujer fea, pero estaba muy estropeada y yo pensaba constantemente en llamar a un programa de la tele de esos en los que cambian la imagen de una señora gorda con los tobillos enormes y el pelo medio muerto y las manos rojas de tanto fregar y por un día la convierten en una especie de mujer fatal y su marido la besa medio apasionado delante de las cámaras. Redescubra su belleza. Pelo de peluquería, sombra aquí y sombra allá.
Ella mira por encima de las gafas de montura al aire, me comenta que se empañan con una facilidad asombrosa. Me pregunta cosas todo el rato. Todo el tiempo las mismas preguntas. Su inseguridad me abruma. Pienso que ha de tener algún tipo de demencia y me pregunto si se dará cuenta, sabiendo que la respuesta es sí.
Por safrika señorita a las 1:48 p. m.
Contestador:
Hola.
Ha llamado al mundo interior de la chica-partida
la que modula a la perfección
la que come palabras
la que escupe mentiras, siempre vanas
y en la boca pastosa de sueños guarda
comentarios ingeniosos
salivas de caballeros
y ardientes situaciones, narraciones fantásticas
eróticas, místicas
con las que deleitarle a usted.
Así que
Hola.
Ha llamado al mundo interior, siempre interesante
de la chica con la que pasar el resto de su vida.
Pero antes debe atreverse
a dejar un mensaje
en este extraño contestador.
Sin esperar, eso sí
que le devuelvan
la llamada.
Por safrika señorita a las 12:54 p. m. 3 pulsaciones
La bandeja china, la voz en off,
la escucho desde la calle
llega hasta mi como propulsada por una arteria herida.
Eras implacable, lo recuerdo:
como un ejército de señoras en el mercado
eras inaccesible,
como un tunel de metro en madrugada de domingo
y tenías en los párpados cierta
paz, caían como interrogantes sobre los libros y
yo pensaba, envuelta en una manta, escuchando jazz
por hacerme la interesante
que
hay sueños que o los dejas escapar
o dejan de serlo.
Y me propuse entonces
no escarbar.
Dejarlos ahi, haciendose madeja
cobrando vida.
Pareciendo
algo.
*
Salíamos al balcón. Soldabas tus manos a mi pierna izquierda
(a mi me encantaba aquella deformación profesional)
siempre así sentado como si el mundo y el eterno retorno
no fueran ni hubieran sido nunca
tal cosa.
Tus ojos estaban entonces un poco llenos de ceniza,
mi espalda curvada parecía querer tejerse para siempre contra tu cama
y estaba también esa terrible dejadez en las sonrisas,
la escalera muerta de mis
dientes.
Pretendía hoy, sentándome aquí a escribir
equipararme a esas princesas de calle y familia clase media
infravaloradas
que acaban por creer en el propio desafío
de la fealdad, del miedo, de los huecos por llenar.
Comenzando a actuar impulsada
sólo por una mirada ajena, un dulce contacto sin riesgo.
Pretendía no aplastar a nadie con mi inconsciencia.
Seguir siendo, acaso, alguien.
(El mundo parece a veces querer reducirse a estos bulbos recíen regados)
Seguir esparciendo las delicias que dios siempre quiere
negar a algunos
Mordiendo lo bello, atacando al sol
directamente
con la cabeza alta
de frente y podría ser - debería ser
(sin tí)- supongo.
domingo, 19 de noviembre de 2006 | Por safrika señorita a las 8:47 p. m.
Deliciosas bacterias extraídas de tus labios.
Me atraganto con tu saliva y
juntos, miramos hacia donde
se pierde la silueta de una lagartija.
Por safrika señorita a las 8:46 p. m. 3 pulsaciones
Con una fiebre en el labio, la chica del diente partido se dirigió a la cita con el buzo de grandes ojos miel. Estuvieron tomando una cerveza y hablaron de la procreación y de los insectos en el ámbar. Se miraron a los ojos con cuidado y estuvieron hablando de la inmediatez con la que se actualiza el dolor en la vida de uno, y de como las energias que desprendemos atraen aquello que les es necesario para subsistir.
Después se despidieron en el portal de la chica, y él le dijo:
- Anda, ven, dame un abrazo.
Y alargó su mano hasta la solapa del abrigo de ella, asiendola con fuerza y acercando a la chica a su cuerpo rápidamente, sin darle casi tiempo a reaccionar. Ella notó sus tetas pegadas al cuerpo de él y le dio un par de palmaditas en la espalda. (ella siempre había pensado que las palmaditas en la espalda en un abrazo es lo último que se dan dos amantes potenciales, así que lo hizo con cierta fuerza, para hacer notar al chico buceador que ya estaba cansada de dar vueltas, que quería irse a casa, que no quería besarle) Y él pareció entenderlo porque se retiró rápidamente mientras abría la boca recién salida del dentista y le decía.
- te llamaré para venir a ver una película... en tu casa.
Ella contestó.
- vale, además tengo muchas que me bajo de internet.
Volvieron a besarse en las mejillas, suavemente. Ella entró en el portal y se giró al cerrar la puerta, observando como el buzo de grandes ojos miel se ponía el casco mientras la miraba, guiñaba un ojo y sonreía montando a horcajadas sobre su moto enorme.
Nada parecía importar ahora, subiendo las escaleras. Con todas las puertas cerradas y muchas ventanas abiertas, se sentó en el escritorio y escribió por escribir, sin mirar las letras, sencillamente pensando en cajones vacíos, semen, hijos y temperatura ambiente.
Se quedó así, un buen rato. Hizo como que no había llegado todavía a casa. Se preguntó hasta que punto podría ser bueno el estar de nuevo así, con esa sensación en la nuca, con ese sudor frío, con el miedo a perderlo todo. Casi inevitablemente vino a su cabeza aquella teoría absurda sobre las relaciones amorosas, que han de durar a ser posible sólo dos años. No perdamos la magia. No la perdamos.
Se dijo.
Pero sabía que a partir de ahí, todo iría siempre cuesta abajo.
viernes, 17 de noviembre de 2006 | Por safrika señorita a las 4:25 p. m.
Te vi
y pareció detenerse el tiempo
los peces dejaron
de nadar en la pecera
el cristal se cristalizó
quise pintarme las uñas
pero era demasiado
tarde.
Tu boca se comió mi boca
quise escribirte una canción
cantarla en tu oido
quedarme para siempre en ese momento
no pasar
nunca
nunca
nunca
al siguiente.
(Y con miedo sin necesidad
de avanzar, quedarme
como el cristal
cristalizada
como un pez
en la pecera, quieto
en un punto, en inmersión
con el deleite del que sabe que nunca
saldrá que nunca
va a necesitarlo)
Por safrika señorita a las 1:46 p. m. 1 pulsaciones
Tus tetas tenían algo. Era el sabor de las tetas saladas
Mezclado con el perfume delicioso y avinagrado de la axila
Y la boca que quise besar pero que tú retiraste cansada.
Te dije - no soy lesbiana
Y apuré la última calada del cigarrillo en el cenicero
Estrujando la colilla después, mientras te miraba y te decía
- no, no soy lesbiana.
Pero tus tetas tienen algo.
Es como si quisiera meter la cabeza entre ellas
Y aspirarte como nunca aspiré a nadie.
Y romperme contra ti, contra tus muslos más tarde
contra la avidez
Con la que te dices a ti misma
- no, no!
Y calientas la cama
Y miras al techo.
Respirando fuerte.
martes, 7 de noviembre de 2006 | Por safrika señorita a las 7:46 p. m. 2 pulsaciones
Palabras que no nos gustan.
Dime tus palabras odiadas pinchando aquí, voy añadiendo las que me enviais.
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