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Cuando el silencio me ahoga, enciendo la radio y me llegan de un planeta lejano voces que apenas comprendo: ese mundo tiene su tiempo, sus horas, sus leyes, su lenguaje, preocupaciones, diversiones que me son radicalmente extraños.
Simone de Beauvoir.







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El verano es un charco y yo me baño en él. Voy caminando por las calles
llenas de gente, calles estrechas atiborradas de pedorras y
chavales demasiado musculosos para su constitución- deformes parásitos
remojados en la publicidad y sus desastres-

Erguida la cabeza, tetas fuera, una mujer orgullosa de si misma
y de ir sola y no necesitar a nadie.

Lo que peor me hizo sentir fue escuchar mi nombre,
a los treinta segundos ir caminando
en dirección opuesta a la tuya...

- Patricia, Patricia.

Lo escuché en mi cabeza, me di cuenta cinco segundos
más tarde, en
mi
cabeza
después vi un envoltorio de helado
en el suelo, bastante triste y vi
a un amigo al girar la esquina.
(un poco menos triste)

El brazo izquierdo dormido, medio Myolastan, pensar que
mañana será otro día que pronto estaremos viajando.

Nada que se parezca a esta sensación de abandono y de ventiladores
girando dentro y fuera.



Felices vacaciones, las mías seguro lo son. Italia, Grecia y Turquía. 22 días viajando sin destino, sólo una vaga idea. Suena bien y será mejor. Pero esta noche hay tubos todavía que me conectan con la ciudad, la vaguedad, el amor que es una caja negra, la paciencia como virtud, el trabajo como dignificante, la pareja como elemento no castrador, el calor, el sexo y siempre querer más, el dolor físico, el myolastan y la soledad del uno de agosto.

Un abrazo a todos y a todas. Hasta septiembre.

safrika. a 1 de agosto de 2008

HAPPINESS


Para F




Ruedo cabeza abajo con una furia de pestillos en la boca, me revuelvo como

Una perra apaleada, como un grito enquistado en la entraña, después chillan

En la televisión los gemelos de Angelina.



Dije cosas mientras temblaba, allí frente a la psicoanalista, tenía

Cosas de las que hablar, el miedo tumbándome en el diván, qué

Precisión tiene el miedo, le dije, qué precisión tiene el miedo, repetí.

Suelo perder las llaves, suelo llorar y ser descontrolada, soy

Una mujer de cien años sobre la roca enferma de la felicidad.

La felicidad como un ladrido tímido, le dije, y éste montón de

Cerros encrespados en la espalda, estás más delgada, me dijo y yo

Espero casarme el año que viene, con él, me querrá, estaré

Tan hermosa sabes, ahora, tengo en la barriga siempre un malestar

Suele venir los lunes, no está los fines de semana,

Los lunes suele morderme por poco que haga, vienen donde trabajo

Las señoritas terribles como una enorme plaga, todos quieren

Darme órdenes, ella dice que es normal que en el trabajo me sienta mal

Si no me gusta y no me motiva, qué espero.

Y tiene razón, supongo y yo voy bajando por un túnel denso de maleza hasta

sus ojos mirándome, juzgándome ahora resulta que todo eso me importa más

De lo que creía y pese a que sigo sin creerlo.

Se va haciendo de noche y llueve en la tarde cerrada de julio, quiero irme

A casa. No tenemos agua caliente pero no importa porque hace calor y

De todos modos, quiero

Irme a casa.



Ruedo cabeza abajo, un milímetro incrustado en la boca es suficiente

Separarme del resto y confiar que éste dolor de oído no sea nada, que sólo

Sea

En fin, una molestia tonta de esas que

Se tienen

En verano.

Quiero decirte te amo sin que suene triste.

Canción de Victoria al Dr. Hugo Gilmore.
Verano de 1986.

Me viene a la mente un viejo programa de televisión donde las señoritas
enseñaban los pechos y también
una autopsia, como te dije, a esto sí, cariño, a esto sí
que podemos llamarle
autopsia.

Hablamos tanto y tan seguido de las cosas oscuras, del cabello viejo y la lana
perseguida, de los hombres en patera, del vestido remendado, de la pasión y el
amor ¿qué ha de ser para
nosotros?

A esto sí, amor, a esto podemos llamarlo autopsia, y podemos llamar a la muerte
Vaga, y podemos implorar por las mañanas por el resto de los hombres con sus escudillas y
sus escudos, al final yo sólo veo en los periódicos muerte, tú tratas de saltar
con cantautores, revolución me dices y yo reflejada
en tus ojos como un monstruo de siete cabezas.
Hablaría con Beth, ¿recuerdas a Beth? ahora es una dama en mis sueños, no es Seth,
es Beth, ¿sabes? Hoy hablaría con
Beth, le diría
el celador está enfermo, querida, al verle tras el mostrador recordé que le abrían
qué tenía dentro no lo recuerdo, seguro es lo que yo tengo, algo que presiona
la órbita lunar del ojo, algo
voraz, tan fuerte, oh amor, querido doctor, las niñas bailan con los vientres pequeños,
las brújulas se escapan, quería decir, amor, no hay norte que buscar no te corres ya conmigo, quería decir
prefieres solitario por la tarde con la persiana cerrada pensar en vete a saber y no me importa pero ya no ya no ya no
te corres conmigo amor, te corres en mí, amor.


Un suspiro junto a la ventana y
no encuentro palabras para hablarte de los paisajes que me aterran
de las niñas en mis sueños danzando con púrpura en la frente y cicatrices en
las vulvas, rosadas se menean, todas las niñas son yo, cimbreantes de flujos y
escapadas,
ME DESPIERTO
quisiera darte tanto, amor, ¿dónde está tanto?
Ayer te tocabas la cabeza y lanzabas las cáscaras de ese fruto seco
contra el plato, las señoras pasaban despacio, se sujetaban unas a otras
de los brazos.

Los calendarios se están muriendo, la axila es un lupanar de óxido, hueles tan bien,
y
lo hice por tí, lo hice por tí correrme y te miraba, te amo con desesperación y carrriles
de aceleración te amo y me revuelvo en una tristeza singular y enferma, está aquí
la comisura de mis labios, con un dedo la acaricias, y ella, doctor, doctor,
mi amor
se duele de las prisiones y los lechos, se duele de huesos y países.
Me gustaría
hablarte en diminutivos, de tracción mecánica y grandes buques
de impacto de placas tectónicas y montañas formándose, y viajar contigo y parir hijos,
como héroes y en castillos y en fortalezas, ¡que no pase nadie! y
viajar contigo y parir hijos y en fortalezas y la mía
que volviera, que tú rompieras
éstas nalgas a palmadas, y qué se yo que yo
lograra, deshacerme de la molécula negra, que acabara

de una vez
éste dolor que dura tanto, doctor, que pudiéramos ser juntos,
en la pesada tarde de julio, calor sofocante, nuestras manos
tan sudadas, apretándose,
justamente
ahora.

Poema de amor V

Una visita desde Valdivia,
a bordo de un minuto hacia
el miércoles paso la noche en el frío de julio, en la dieta
y el ostracismo, no sirve hacer más curva de la curva
o broncear el pasado, molestias
en la garganta.

Poema de amor IV

La piel, las cremas, calma de puertas cerradas,
vórtice de fuerza, el nudo en la correa, el fin de las FARC y
un rehén en el pubis, sangre de milicia,
revuelta de órganos.
Un homenaje de pálpitaciones.

Poema de amor III

Conozco esa respiración, cuando te duermes, los pequeños
espasmos.
Frío de estómago.
Reconozco la lluvia que entra en la vejiga,
amortiguar la marcha, solucionar un problema
aquí y
ahora.
Un dedo, una mano.

Poema de amor II

Se vuelve un cáliz de papeles, se ajustan sobre la cama
las arañas, preveo la sonrisa a las ocho menos cuarto,
la piscina,
el masaje terapéutico, escarcha en los nudillos
de andar
golpeando el azul, cada vez más azul
de mis
párpados
y de las
balas
bajo
los

párpados.

Poema de amor I

Y en la curva fría, la solidez del cuerpo desolado,
el caballo duerme en la puerta y hay hombres amarillos poblando las
pantallas.

Más

Vengo del desorden, vengo de la rama que atraviesa el fango, del
deterioro que se forma en las camisas y el silbido, del desprecio
enfundado como un guante, de la caverna de yodo y el anclaje a lo subhumano,
vengo del frío del desierto, de lo despoblado y del entierro de un hombre,
vengo de la suspensión gozosa, de martirizarme como un escolar de ceniza,
de doblegar con más doblez lo torcido y ambiguamente y sorda y lenta,
sin perdón y sin indulto, vengo como vienen los pájaros del exilio y a
verterme carniforme entre tus brazos,
qué patria de muñones y trenzas, las níñas podrán decírtelo, yo fui
una de ellas.

Vengo del color que expedía facturas y aceites,
en el espejo soy vulgar y hermosa como una cerradura, dientes y esparto y
rasguños. Te amo con la simpleza de un mecanismo de manos, de empuñadura,
y en la humareda perfecta que exhalas los sábados, pero vengo de un
ojo azul alterado y psicótico, de una enredadera que tejía los cabellos, pobres y rubios,
grasos como oraciones, se desplegaban sobre la almohada.

Vengo de donde se casan las otras, las parejas estables compraban allí casas
y vientres
, vengo de la receta inservible, nada sobrevive con ésta medicación.

Sabes de dónde vengo, el pozo lleva mi firma, el límite lo escribes con tu espalda,
cruje ahora el cabello rojo como un cacahuete quebrado con el pulgar,
me doy una tregua, después de todo vengo
del abono y
la sedación.

Vengo del exceso y la obediencia.

El mal

Y sin embargo el mal no se cansa de ocuparme la ropa.

Hacer esto y aquello, romper con más sangre el vestíbulo del útero
Y en la sordera imaginar incendios, que se prenden los centros de trabajo.

Y venga a fijarme en la posición de los astros, y en el empuje de la mercromina en el pecho,como fibra los pasos suenan en la habitación contigua, tu espalda que empiezo a conocer como a la palma de mi mano.

Brotan los gases, es la señal inequívoca de que algo está danzando, y con los pies minúsculos horadando el hígado, ahí reside lo que me vuela los sesos, donde va a parar lo negro, una procesión de agua sucia, qué quisiera si no, hacer un hueco en el peligro, romper con más añicos el sexo tibio, excavar con luz, y dejar de pender de un hilo

Que caigan los cigarrillos sobre la piel, apagados e inofensivos, y dejen de trocearse las moléculas, un brillo de aire en las clavículas, que rumiara el hace un año esta casa vieja.

Verte beber e implorar la paz, como si de mis ojos cayeran bombas o al pestañear el plomo barriese la vida, como si de mis manos surcadas de gatos pudieras arañar tú también calma, y sin embargo
El mal no se cansa de ocuparme la ropa
De hacer vivir al monstruo en la cornisa del labio, con el azul reventando en la sien y en el gemelo, podría decir que no hay mal que por bien no venga y bien que cien años dure y caramelo en la puerta de un colegio así es el amor un caramelo en la puerta
De un colegio y todos
chillando a las cinco.

Palabras que no nos gustan.

Dicotomía. Realidad. Arritmia. Procesar. Ajenjo. Raquítica. Enclenque. Bótox. Enjundia. Idiosincrasia. Hiperventilar. Colación. Miedo, ansiedad, lexatín, bajón, sola, gorda, siempre, otra. Madrastra, hijastro, mujerzuela, epíteto, bofe, cachicamo, sarro. Reglosa. Hermenéutica, Diacrónico y sincrónico, epocal, epistémico/ca. Padre, Madre, Pescado. Instruir, pollito, anémona, libertinaje, zozobra. Pretension, desproposito,recelo, celos, posesión, cargo, despedidga, grande, dependencia, soledad, menosprecio, descompás, murmullo, barullo, .....ismo. Referente. Hagiografía. Solidario. Válido. Implementar. Proyecto. Orgánico. Felicidad. Zote. Crematístico. Cuchipanda. desilusion, desamor, rutina, hipocresia, maltrato, ansiedad, depresion, vacio, muchedumbre, hambre,























Dime tus palabras odiadas pinchando aquí, voy añadiendo las que me enviais.































































































































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