Tus tetas tenían algo. Era el sabor de las tetas saladas
Mezclado con el perfume delicioso y avinagrado de la axila
Y la boca que quise besar pero que tú retiraste cansada.
Te dije - no soy lesbiana
Y apuré la última calada del cigarrillo en el cenicero
Estrujando la colilla después, mientras te miraba y te decía
- no, no soy lesbiana.
Pero tus tetas tienen algo.
Es como si quisiera meter la cabeza entre ellas
Y aspirarte como nunca aspiré a nadie.
Y romperme contra ti, contra tus muslos más tarde
contra la avidez
Con la que te dices a ti misma
- no, no!
Y calientas la cama
Y miras al techo.
Respirando fuerte.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 2 semanas
2 pulsaciones:
Eres odiosamente buena.
Esta cochinada yo sé de qué es...
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