Después de sentarse frente al ordenador, revisar el correo electrónico, visitar los blogs que lee habitualmente y fumar un cigarrillo, viene el malestar físico. Le cuesta respirar, bastante. Un pinchazo (otro) en el pecho izquierdo identificado ya como un síntoma de ansiedad, en el lado del corazón recompuesto, dispuesto para un nuevo lance. Está el malestar físico, como digo. Viene después de todo eso, de mirarse y revisar los miedos y las carencias que la hacen patinar y naufragar en un charco justo enfrente de la casa. Las ventanas se rien, el hombre de la laringectomía la saluda con la mano y el perro de lanas se ha meado en el árbol como todas las mañanas siempre a la misma hora. El sol estará entrando ahora por su ventana, lo ve desde abajo, un hombre le cuenta que el azucar en sangre le provoca esta u otra reacción y por dios quisiera saber si usted me ama, sólo eso. Me ama tanto como dice en la verdad está su propia mentira estamos hablando de autoengaño o de venas, estamos hablando de mentiras o son arterias lo que usted me regala. Ella piensa lo que puede, mientras el hombre habla de centros de salud y fachadas restauradas.
Le parece que de pronto va a ser una de esas tías raras que mueren por combustión espontánea y siente ganas de correr en todas direcciones para no llegar nunca a ningún sitio. No llegar nunca a su pelo a la falta de ganas a la integridad con la que parece caminar por la casa para después DISPARAR contra ella en un espejo gigante que alimenta las luces. Pastillas para la tos y El País, compresas y teléfono móvil, hilarante el quejido y vacia la bolsa de plástico en la que conservaba la cordura. Está claro que no vas a dejarme.
El dolor anticipado es el más estúpido de los dolores, esto lo hace aún más inhumano. Después de comprobar que la autoestima es una selva y un jardín va a morirse en sus labios es mejor continuar mirando al suelo, hacer como que nada sirve ni divanes ni escritores irlandeses ni las fotos de Man Ray ni el dibujo a carboncillo ni las cartas del tarot. Se está esclavizando a la tarde que se aproxima.
Quiere después salir, ir a casa. Estar lejos.
El aire va cambiando el día se hace más frío conforme avanza. Quiere entonces estar cerca. Aunque vaya a dolerle.
El carnicero la saluda efusivo y ella le compra una cortada de carne roja y le dice quédate el cambio.
Cuando siente celos ella es una rata. Esto debería asustar a cualquiera.
Pero al carnicero no. Está acostumbrado a lidiar con sangre, con vísceras, con cosas muertas.
Con caballos muertos.
Cuando el silencio me ahoga, enciendo la radio y me llegan de un planeta lejano voces que apenas comprendo: ese mundo tiene su tiempo, sus horas, sus leyes, su lenguaje, preocupaciones, diversiones que me son radicalmente extraños.
Simone de Beauvoir.
Tú sorteabas los coches cruzando la avenida, saliste
corriendo hacia el mercado querías comprarme aquel
vestido, me señalabas con el meñique y me destrozabas
el culo pero eso era ya
algo
aparte.
No sé, después de postular para recaudar fondos
fondos de mar, fondos de riesgo, fondos de sequedad y
septiembre, después de eso,
el serial empezó a complicarse ya nunca
ibamos al mercado nunca fuiste menos tirano
que la primera vez que con tinta me dibujaste en
la pierna un timón de barco.
Pintamos las paredes de un naranja intenso tal vez ese
fuera el principio del fin apenas pasado un mes
tu boca era una sauna, todo se rompía
no supimos nunca por qué, o si acaso
no quisimos refinar ni ser
reflexivos
sólo parecía
posible
matarnos
despacio,
reforestar el odio, sumarse
con puntualidad al puño
que se levantaba con fijeza
de
punto
cardinal.
Por safrika señorita a las 7:55 p. m.
Demudada y tropical, soy target de cierta brusquedad que
se expresa
en este pueblo frío,
aquí
las tartas y las promesas se muestran
promiscuas y aceleradas. En este pueblo frío, tintineando el
llavero en los bolsillos, he escrito un mensaje de texto en un
teléfono público y he llenado mis manos de agua helada
y esta flor se dirige al patíbulo
la sombra díscola se coloca disconforme en un lugar ambiguo,
tienes el sortilegio en las manos, este silencio es la maravilla
para el discernimiento
para el cristal y las cizallas.
Tu cuerpo era la claraboya en el blancor
aparentabas más edad, quise ser siempre apasionada
encerrarte en mi apartamento. Darte
Todas las cosas
que comprenden la aurora, todas las cosas con las que
paseo boquiabierta y puede ser con mal humor
con bordillos pegados a las suelas,
con correctores y en la indigestión más pura.
Es como indexar un murmullo, apretar el indicio de
tu amor
con la disciplina de
los locos.
Por safrika señorita a las 7:48 p. m.
Acidez de autor, te pones así, puedes estar tanto rato de pie
hablando de literatura dando cortos sorbos a la petaca
de Rusia
hablando de tu literatura y fumando un cigarrillo y otro,
con el alcohol,
tu aliento es balsámico todas esas palabras están
crudas el pantalón
ajustado el culo tan perfecto, podría desmembrarme en tu boca apenas
notaría el borde del calcio, sólo pienso en tus
calzoncillos en correr las cortinas
y correrme en
tu buen hacer caótico de cañamo y saliva, quisiera
llevar enaguas y golfear contigo entera y eternamente
disparar la gonadotropina coriónica, por dios
cuando el sábado por la noche hablabas de todo eso, de lo que casi
no recuerdo nada, te hubiera gritado
toda mi hambre
hambre de funcionamiento
de hemoterapia de esposa nunca mutilada como si
nacer fuera que estés tú
entre mis muslos y morir fuera
que estés tú
entre
mis
muslos.
Por safrika señorita a las 7:37 p. m.
Su gloria tan muerta, a él un fideo siempre le pareció un cuello
y le gustaba partirlos con la cuchara justo al borde del plato
decorado con dibujos parecidos a glóbulos grasos,
ella le miraba de todas formas a través del cristal de
aquella cafetería, ella le miraba.
Con gonorrea y con una hipoteca.
le parecía un tipo infecto pero de cualquier forma
le amaba.
Él había tenido un infarto y llevaba un bigote
inextinguible
no quería hablar de mortalidad ni de luces mortecinas ni
de moscas ni de cemento.
Se sentaba allí, se quitaba el sombrero, se sacudía de los
hombros
las motas blancas y
pedía algo cargado mientras esperaba la comida.
Ella era moscovita y fuerte, pretendía ser
su oftalmóloga y su pediatra, pequeña ogro ser fantástico
con forma humana.
Nada oficial, sólo tumbarse
junto a él por las noches y contarle
qué tal le había ido el día.
Hablar de turbohélices, turmalinas y matronas
atraparle con mayeútica, que él la comprara
con fruslerías.
Por safrika señorita a las 6:14 p. m.
El padre
Es lo bastante pronto, quebrado el labio en el primer beso, sumida
en la tarea de clasificar la piel en un archivo de estadísticas.
Subir hacia el cabello del hombre que me tomaba de la mano
admirable en su profanación de submarinista, jadeando siempre cerca
de la meta, llegando por los pelos, a salvarse y salvarme
sobreexcitado, cómo me quebraba, como el papel de plata en su
sobriedad tan brillante.
Aquel hombre que se bañaba agitando las piernas, salpicaba nuestras
caras nos parecía el primer y último dios, eso era al principio
al ver su rúbrica en todos los papeles que
nos identificaban, aquel hombre con toda su rudeza de
enfermero ruidoso, con la rima de las princesas siempre en la punta
de la lengua, dispuesto en su rigidez de paloma muerta a darnos
las palmas de las manos, a convertirse en rinoceronte, a hacerse
una rinoplastia. Sería siempre así, al menos durante unos años
En navidad era el hombre de bigote el que daba de comer a los camellos
en verano era él el que protestaba si había perdido las gafas,
existia un protocolo. Él sonreía y probaba a hacernos decir la verdad, pero yo
siempre
mentía.
Me libraba y cenaba pechuga de pollo con pedantería y honorabilidad.
Miraba por encima de las lentes.
Su pedagogía distaba mucho de ser televisiva, sencillamente, se acercaba
con un pedazo de comida en la mano, preguntaba y
nos hacía partícipes de los cataclismos de la menstruación y
de la insignificancia de los nimbos o aureolas.
Era importante no ser nadie, siempre a su lado, nunca nadie fue
tan poco
como yo a horcajadas, más tarde
sobre una muñeca
de manos
de plástico
duro.
Por safrika señorita a las 5:46 p. m.
Será que no soy lo bastante nutritiva.
Me he puesto las botas de invierno, marrones con borlas, estaban llenas de mierda de la última vez en la montaña, con Jose Vicente. Subimos alto, tan alto y después bajamos. Es lo que se hace cuando vas a la montaña. Subir para luego bajar. Mover las piernas, mover las piernas arriba y abajo. Será que no soy lo bastante nutritiva. Escribo basura y los sueños de ser escritora ya los tiré por el váter hace doscientos años, antes de que me creciera el pelo y la carne alrededor de la cintura. Bueno, y luego está toda esa gama de colores cuando cierro los ojos y la caída libre absurda y plana hacia la cama siempre hacia la cama como si no hubiera otro lugar mejor en el mundo. Será que no soy lo bastante nutritiva, será que nunca escribiré una novela, será que tengo un trabajo anodino en el que inspirarse puede ser una ardua tarea. Pero sobre todo me preocupa eso, no ser lo bastante nutritiva.
Qué palabra. Qué palabra tan sonora y hermosa. Alimentando en el paladar fonéticamente. Luego está que soy una pintora pésima. Nadie ha destrozado tanto un lienzo como yo. Soy doméstica y elegante, qué manía de encenagarme en pupilas pequeñas, de otros que miran, siempre encendidos, necesitados de aliento monocorde.
Será que no soy lo bastante nutritiva.
Escribir una novela, viajar en un navío, liarme con el naviero, morirme de celos.
Seré una perra obstinada y maldita, estoy así perdida en océanos de riesgo en obtusos amaneceres borracha siempre en el cauce siempre en la caída, ya te lo dije. No soy capaz de amar ni de hacerme valer. No tengo más que ocasiones desperdiciadas, no tengo más que familiares perplejos, me llamaron rompecorazones y después se encargaron de joderme viva. Me creí sabia y bebí demasiado hasta la extenuación hasta parecer una sacerdotisa de la nada y de la sidra.
Después del psicoanálisis querrás rizarte más el pelo, querrás salir a la calle y que todos tus delitos prescriban. Pero estás tan perdida.
Será que no eres nutritiva, y eso te duele más que cualquier otra cosa. Siembra la duda, vulcaniza tus brazos, tu piel. No te quedes rígida, no te quedes fría.
Sigue así.
Escapa, vulnera todos
sus
putos
derechos.
Haz toda esa mierda de literatura con tu vida privada.
Por safrika señorita a las 5:27 p. m.
Saturday Night Fever
No sé si sigue lloviendo
No he mirado por la ventana.
Quiero decir, no me ha hecho falta
hoy
Estoy bien en casa y esto es algo
Realmente raro.
Han venido unos amigos a cenar,
He jugado con su hijo a la pelota y nos hemos
Revolcado por el suelo, se nos han puesto
Las rodillas
Negras.
Por teléfono te dije que no me
gustan algunas cosas y
es cierto.
Pero sí me gusta que levantes los puños y des
Esos giros al aire y que el pelo se mueva
A ser posible
Con el viento.
No sé si sigue lloviendo
No he mirado por la ventana.
He estado tumbada en el sofá releyendo cómics
He fumado demasiado, y siento
De vez en cuando un pinchazo
En el pecho izquierdo.
(algo muscular, me digo)
La madrugada tiene estos vértices
Estas espuelas que se clavan pequeñamente y
Absurdas,tiene que ver con
esta
Clarividencia a solas.
con la
Resistencia y el aliento,
Se deducen cosas
Se pronuncia una ante el espejo
Se derrama pausada y se alborota sin
Motivo.
He estudiado estos símbolos, estas rarezas
En el pasado me resultó fácil
Recuperarme y hacer acopio de fuerzas
en la lentitud con la que me movía por la casa
en la separación de toda esa gente que
produce cosas y se embebe.
No sé si sigue lloviendo
No he mirado por la ventana,
Brota fuego en mi garganta brota y
Analizo mis fetichismos y los textos
Sobrantes.
Te dije cosas por teléfono, todas
Eran verdad.
Tengo encanto, y cuando aumenta la
Calma
Un delicado subterráneo se abre
Tengo esa marea gustosa en el paladar
Tasando la nada con la lengua.
Hablando de esto, de aquello.
Cúmulos, cólera.
Arresto
domiciliario.
Por safrika señorita a las 12:00 p. m. 6 pulsaciones
Ingles que devastan depósitos enteros de saliva
ingles que sugieren un cambio en la política exterior
ingles que huelen a acto tremendo y huelen a ceniza
ingles que tramitan divorcios en despachos
ingles que cauterizan el signo, que devalúan las
acciones de esa empresa
ingles que acomodan ciento cuarenta y siete hijos
ingles que expresan el aire con el cemento y con la piel remota
ingles que permanecen atadas al suelo que doblan el hierro
que perecen en la nevera que es una casa
después
de veintiseis
años.
Ingles que aterrizan con prisa
que ponen tenso al profesor
que ponen tenso al abogado
al médico
al implacable general
al sumiso panadero.
miércoles, 24 de octubre de 2007 | Por safrika señorita a las 11:34 a. m.
No poema #9808087
Creo que este es el edificio más feo
que he visto en la vida.
El otro día me acusaron de tener
faltas de ortografía y
también de estar siempre
pensando en
enfermedades.
Es cierto que soy hipocondríaca
y que cuido poco cosas como
los acentos en los "que" y los "como".
Ayer
me quedé sin gasolina
eso también es cierto fue
horrible porque entonces a una le dan
ganas de estrellar la cabeza contra un muro
por ejemplo.
Bueno, ahora voy a almorzar
a fumar y leeré el periódico de ayer
hoy no tengo
(lo juro)
ni un euro.
La ciudad es un trozo de lengua
astillada, el mundo tiene
muchas lenguas muchas de fuego
otras ridículas o muertas
o con todo
ese
dolor.
Continuamos.
Por safrika señorita a las 11:15 a. m.
El pez confuso, contra el cristal.
El cristal es caro, eso dicen desde arriba
los ingenieros industriales, en el tablón de
anuncios piden compañeros de piso y
ofertan viajes a Moscú.
Pero tú
(Estás enfadado esta mañana)
lo ignoras.
Se supone que este cajón sólo había de
guardar
envases ligeros pero sucumbimos a la
gravedad de la propia vida sin advertir
la hoja
que afina la
punta.
Luego el muchacho come un bocadillo y se mira en
los
pies
las Chiruca
Tenías en la voz
(¿no recuerdas cuándo lo hicimos anoche?)
un peso aleatorio, una muesca
indeterminada la canción
de miedo del niño, sujeto a la
circunvalación del progenitor
alrededor de la
cama.
Todos esos miran desde el balcón
a veces quisiera ser siempre más
joven
que me gustara más la gente
que no me diera rabia ni miedo una puerta
que se cierra e incluso más
otra que se abre.
Estas luces a las once parecen
las luces del final de un túnel parecido
a la misma muerte.
Estoy en la facultad, estoy lejos
del cielo
sencillamente observo
trato de
matar
el tiempo
trato de
matar
moscas
con un periódico
eso es algo
realmente
nuevo
para mi.
Por safrika señorita a las 10:58 a. m.
De un día para otro se han
desprendido las retinas y han obligado
a mi corazón a hacer turismo
un turismo descontrolado
por fábricas y gasolineras, calibrando
la distancia entre una manguera y un
sueño.
Tenías, cariño, lo recuerdo
esa expresión
tan hermosa en la cara cuando me mirabas
de un día para otro se han
muerto los pedazos de papel aliñados
con la lágrima que cae por inercia vaga
con la única que sale yo apenas puedo
ya
llorar
por
nada.
Supe que no me merecía los premios, supe
que lo mejor que me había pasado en la vida no
podía ser más que algo efímero aún así
uno quiere creer que durará para siempre
que sabrá
manejarlo
mantenerlo
alentarlo.
Por safrika señorita a las 10:38 a. m. 7 pulsaciones
Él leía cómics en el baño y ella afirmaba ante el espejo
soy buena, me merezco cosas buenas, me amo
y sin titubear se pintó los labios, no dijo adiós
cerró la puerta sin pestillo, se presentó a un concurso
de nucas y cuellos
lo perdió y así entre disputa y disputa
interna
mientras
él seguía leyendo cómics en el baño
ella se sintió alimenticia y en ruinas
no había más ya que rascar si acaso
algo torpe y obstuso en sus propias manos
nada divertido, todo disuelto en
la dispersión
de un amor que antes, tal vez
sabía
distinguirse.
lunes, 15 de octubre de 2007 | Por safrika señorita a las 7:58 p. m.
Siempre he preferido el reflejo de la vida a la vida misma. Si he elegido los libros y el cine desde la edad de once o doce años, está claro que es porque prefiero ver la vida a través de los libros y del cine.
François Truffaut
Pulsé el botón rojo
la cara pica, la cara pica
el pie se mete así despacio en el barro y
la cara pica, la cara pica.
Es así la observación es así la mano verde
que se aprieta en la puerta es un puño
prolegómeno a todo el abismo futuro, futuro.
y
la cara pica, la cara pica
vale, haré lo que se espera haré
eso iré a ver a la psicóloga le llevaré
de regalo una piedra una piedra
iré a ver a la madre iré a ver al padre
les recordaré el cuello roto que aprendan
la escapada la hija va escapando siempre
se libra por los pelos
la cara pica, la cara pica
camiseta de rolling stones y el chico
salvaje se acerca y piensa algo pero
la cara pica la cara pica
así que ella se vuelve y hará el principio
irá tejiendo disparando pensando en
militares en inundaciones y en padrastros
es así como se soluciona, es así como harás
pedirás
un préstamo a dios
pedirás premios y plagios y
conserjerías y pensamientos negros
ciencias
la cara pica, la cara pica
todo esto está justo en la salida
salida
de emergencia
amar con el estómago
con la alimentación del absurdo de lo inconexo y
lo deficiente del suelo que uno
pisa
y la cara pica
la
cara
pica
todo es así por dentro es probable que
de ser tan exhaustiva te estés obligando al
martirio, es probable que logremos
permanecer en la voz,
en la compañía
y es así desarmada ahora que el ladrillo
se incrusta en la pared
en
su
sitio.
Por safrika señorita a las 6:46 p. m.
Me veo con
esta sensibilidad animal montando
una camilla
para donación de sangre.
El cabello enredado y quebradizo, sobre la cara
despidiendo olor a pantera y jurando
a esta muerte lenta
la venganza
del artista.
Es sombrío, es frío, la calle despierta al
mismo tiempo que yo alcanzo a
comprender la tibieza de
tus manos y la
posibilidad que se presta a ser
aprovechada.
Entra el sol a través de la
ventana y convierte mi cara en una pira
para sacrificios humanos.
La barriga duele ¿Es esto
la felicidad?
No puedo huir
de mi
y tolerarme se convierte en una obsesión.
Mirar hacia la ventana que filtra las luces
de las farolas por la noche
escuchar los coches y los camiones
pasando
ruido sordo
ver la
televisión.
Y esta fealdad del mundo escondiendo toda la
belleza posible y
sobrevivir.
Me veo
con esta sensibilidad caminando
sucia por la calle atrayendo la mirada
del borracho
o el esquizofrénico
sorteando
edificios con puertas
que hacen
muecas.
La autoexploración se queda en
nada el miedo
a perderlo todo nunca ha sido mayor que ahora
que está
tan cerca
¿conoce usted el olor
de la derrota más franca?
tan cerca
y quiero probar
la vida.
Un pequeño armatoste para entregar
mi cuerpo
a la batalla
mi cuerpo a la ciencia
sólo una protección similar a una burbuja
a eso
me presto
esclavitud al jabón y al
momento de la lectura
esclavitud al silencio y al paseo
transportada
por otros, logrando dormir apenas
en dirección al trabajo.
Tengo la impresión
de necesitar
enderezarme
ENDEREZAR
mi vida como si la vida fuese
un alambre
y ese alambre
estuviera
torcido
y no fuese su naturaleza
torcerse
y formar
espirales
torcerse
y hacer
figuras
Enderezar
mi vida
y llenarla de verdad de horarios y papeles
entregados dentro del plazo
esbozar
sonrisas a primera hora
de la mañana
hacer
el desayuno y
no entregarme a pensamientos
y soliloquios
vanos.
No hablar más
de mi
por no hablar más
de lo que duele
No hablar más
de mi
por no hablar mal
de lo que
soy.
Por safrika señorita a las 5:20 p. m. 10 pulsaciones
A veces me sorprendo, quieren asegurarse
de que existe y después,
tratarlo.
Quieren hacer punciones lumbares, se dice que
en sangre nada podría sospecharse
(en sangre periférica: lifocitosis, por ejemplo)
Es un tumor en la cabeza del fémur.
Algo muy serio. Ella se pasa horas al teléfono.
Trata de agarrarse a la pequeña luz.
Lleva unas sandalias con estampado
de leopardo.
Afectación de médula.
Los días ahora son más fríos, voy a cumplir
treinta y uno, ese chico
que no conozco
se muere.
martes, 2 de octubre de 2007 | Por safrika señorita a las 7:22 p. m. 11 pulsaciones
Nació como una iniciativa poética pero pasó de boca en boca convirtiéndose en una ACCIÓN ARTÍSTICA.
¿El objetivo? Demostrar que EL ARTE VIVE, en todas partes, a todas horas, con apoyos económicos y sin ellos, que en este siglo LA SENSIBILIDAD TIENE VOZ y pretende ser también ARMA.
Desde hace un tiempo internet está moviendo a grandes poetas, fotógrafos, músicos y demás, muchos de ellos reconocidos y premiados, muchos otros anónimos.
El Arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es lo que hace que el humano sea Humano.
Se ha establecido que el día 30 de Noviembre vamos a concentrarnos en distintas ciudades de España, para poner al alcance de todo el mundo, de una manera gratuita el arte canónico y periférico.
Cada ciudad establecerá el lugar y la hora exacta a través de los comentarios que iréis dejando en www.arteenlascalles.blogspot.com y cuando esté todo claro lo difundiremos de una manera oficial a través de radio, tv y periódicos.
Pero hay algo muy importante. ESTO NO PUEDE FUNCIONAR SIN TU AYUDA. Como artista, o como público, tienes que manifestar tu apoyo, mover tu ficha.
Por favor, entra, y comenta: www.arteenlascalles.blogspot.com
Por safrika señorita a las 12:50 p. m. 0 pulsaciones
Palabras que no nos gustan.
Dime tus palabras odiadas pinchando aquí, voy añadiendo las que me enviais.
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