Odio - Descargar

...

Qué manera de pensar que me rindo tan fácil,
si después de todo estoy aquí para luchar.
Es entretenido esto de vivir. Una comedia.

¿Debería tener descendencia?
¿Otro tipo de trascendencia?
¿Abogar por la transparencia?
Y esconderme en cajones de cómoda
donde los niños guardan sus calcetines
y tú metes todos esos papeles usados
escritos
con tinta china.
(filipina)

Siempre crei que había algo bajo mis pies que estaba el suelo sujeto
con hilos muy fuertes desde el centro de la tierra
y que dentro de la barriga tenia un hombre con cara de garbanzo
que machacaba la comida con una azada
- mastica bien, no le hagas trabajar mucho - me decía mi abuelo
sin saber que estaba creando un monstruo antisocial.
Buscaba las piernas cortadas en una fotografía
me preguntaba dónde iban a parar.
Era muy pequeña, y recuerdo el momento exacto en que lo entendí todo
fue como si algo
pequeño y ya frágil, acabara por romperse
fue el principio de todas estas telas de araña.
Empezó a temblar la tierra.

Mi lengua de trapo, atrapado trance
cuando abri la boca para utilizarla
y me miraste como quien mira
caer una fruta o cagar un pájaro
después de todo no soy la chica que esperabas
ni tú el hombre por el que todos los días
estrenaría bragas.
Así que miremos hacia otro lado
mientras tomamos algo
en esa plaza y te subes las gafas
con ese gesto tan particular
y poco estudiado.

Piedras

¿Tiendo a juzgar a todas las personas cruelmente aunque me cortaría un dedo antes que admitirlo?
¿Soy una manipuladora capaz de lás más retorcidas artimañas?
¿Utilizo a los demás para mi propio beneficio?
¿Tengo tintes de niña mimada, mujer histerica e insoportable compañera de trabajo que emite cinco quejas a la hora?
¿Soporto miles de complejos y me encargo de que todo el mundo se de cuenta de ellos y a ser posible me los recuerde y reafirme?
¿Soy aprovechada, vana, superficial y estúpida?

Aquí todo es siempre lo mismo.
Me aburro tanto que podría dormirme de pie.
Odio este trabajo. Me duermo encima de la mesa.

Ayer tomé unas cervezas con el chico bajito que lleva esa camisa de Hendrix. Él con su transtorno de la personalidad y yo comiendo patatas bravas y escuchando y sin dejar de escuchar y de vez en cuando explicándole en medio minuto: Estoy así. Parezco tener quince años pero son 28, no sé lo que me pasó ni lo que me pasa, pero no puedo sacarme esto. Ni arrancármelo.
Él me mira y ladea la cabeza y me da la mano. Y me cuenta como la golpeó y habla de su miedo y su enfermedad y del nosequepan 0.25 que toma por las mañanas.

Cambio de canal, vuelvo a casa. Me ducho. Pienso pienso pienso.
En ti.

Yo no quiero ser de esas personas que necesitan medicarse para sobrevivir psicologicamente a un lunes, ni a cuarenta grados en la cola de la ITV.
Solo quiero ser libre, libre, libre.

Mi corazón es casi tan grande como yo, y tiende a salirse por boca,orificios nasales y rabillo de los ojos. Aunque casi ni me acuerdo de cómo era mirarte, verte subir las escaleras, algo sudoroso, cansado, hambriento.
No me acuerdo casi, prefiero no hacerlo. Me gusta ser como soy, y no guardar rencores extraños en cajones, armarios u otros lugares con la función de ordenar o esconder. Callar, Guardar.

Todo bien apretado, todo bien medido, cada cosa en su lugar, cada cosa en su espacio. Hacer lo que se supone que he de hacer, por algún tipo de dignidad extraña en la que no me reconozco en absoluto. Para mi la dignidad es otra cosa, para mi es tener claro quien uno es y salir adelante y llevarlo a cabo.

Yo no quiero meterlo todo en archivadores ni hacer lo que se espera de mi.

Así que ondeo en la ventana de mi casa como una cortina que el viento quiso llevarse a la calle...

MI VIDA A VECES ES ESTO ---> descargatela y luego borralo de tu disco duro o podria volverse contra ti.

La mano de la campesina o Cómo desaparecer siendo visto.

¿Vendrás a bañarte conmigo, en agosto?
Te haré un gesto sencillo y
pasearemos por la ciudad.
Podrás observar los nuevos colores
porque
sólo las plantas de mis pies
siguen tan blancas como nieve.

No sólo quien nos odia o nos envidia
nos limita y oprime; quien nos ama
no menos nos limita.
Los dioses me concedan que, desnudo
de afectos, de la fría libertad
de las cumbres yo goce.
Quien quiere poco, tiene todo; quien
nada, es libre; quien no tiene o desea,
hombre, es como los dioses.

Pessoa

Gross.

"Esta noche, han caido, todos los héroes, que has tenido.."



Acércate, vanidoso. Tu barba es áspera y el hueco de tus manos,
comprende mis pechos y el ofensivo extracto de primavera
al que saqué el jugo durante siete noches.
Obstinado como un asno, duradero en mi memoria
como una huella inquieta, como un enlace siniestro.
El aire huele a humo, soy libre, libre
y tú
dispensas aquí y allí tu saliva en frascos
tu olor en pequeños cofres
expiraciones e inspiraciones
en mi espalda, revolcada para siempre
en un barro de memoria, calderilla y gavetas.

Esta demencia tuya, cariño,
a la que no me sobrepongo
no hace más que, siendo sincera,
me plantee si deseas usarla como un medio de locomoción,
como un síntoma de verdor, de esplendor absurdo.
O es solo un trozo de un tenebroso acopio de últimas fuerzas
para mantenerte, de algún modo, productivo ante ti mismo y ante
todos esos tornillos.
Mi barriga no hace más que doler, ningún medicamento
surte ya efecto
supongo que tal vez, se acabó mi suerte.

No soy ninguna diosa de la fertilidad, eso seguro.
Casi un fiambre cuando pienso en médicos, hospitales
y algunas posibilidades.
Digamos que
en una caja mortuoria, no estaría demasiado
guapa
aunque a algunos pudiera parecérselo
y llegaran incluso a masturbarse con fervor
no importa donde pero pensando en
mis labios morados
ya nada fehacientes.

Todo se desmonta mi vida patina
cuando sueño con que me amansas y domesticas
con que me amasas y das forma.
Sólo estoy desahogándome quisiera
arrancarme esto, desendemoniarme
ver a todos esos niños llorando a mi alrededor
verte a ti, vulgar y corriente,
acercándote y mirando las tetas que golpeaste
algunas veces
con la esperanza de que
un inapelable juez gritara
que se ha equivocado.
Y así tu me levantarias del ataud
tan propio como eres y con un par de
bofetadas
me despertarias
me llevarias
a casa.

Me tocabas la barbilla. Jugabas con mis manos bajo la manta. Yo hacía como que te rechazaba supongo que por no parecer demasiado perdida.

"...Mi amor, espero que vengas. Cada vez veo mas claro que
no voy a volver. si todo va bien. Europa ahora mismo
me da nauseas. No te puedes imaginar lo feliz que fui
con los campesinos autónomos... no teniamos de nada... tan
solo esperanza, solidaridad, orgullo, dignidad,
ilusión... fue muy bonito.
Si te vinieras para acá muchos de tus miedos y
ansiedades desaparecerian para siempre..."