Ayer tomé unas cervezas con el chico bajito que lleva esa camisa de Hendrix. Él con su transtorno de la personalidad y yo comiendo patatas bravas y escuchando y sin dejar de escuchar y de vez en cuando explicándole en medio minuto: Estoy así. Parezco tener quince años pero son 28, no sé lo que me pasó ni lo que me pasa, pero no puedo sacarme esto. Ni arrancármelo.
Él me mira y ladea la cabeza y me da la mano. Y me cuenta como la golpeó y habla de su miedo y su enfermedad y del nosequepan 0.25 que toma por las mañanas.
Cambio de canal, vuelvo a casa. Me ducho. Pienso pienso pienso.
En ti.
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
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DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 6 días