Ayer tomé unas cervezas con el chico bajito que lleva esa camisa de Hendrix. Él con su transtorno de la personalidad y yo comiendo patatas bravas y escuchando y sin dejar de escuchar y de vez en cuando explicándole en medio minuto: Estoy así. Parezco tener quince años pero son 28, no sé lo que me pasó ni lo que me pasa, pero no puedo sacarme esto. Ni arrancármelo.
Él me mira y ladea la cabeza y me da la mano. Y me cuenta como la golpeó y habla de su miedo y su enfermedad y del nosequepan 0.25 que toma por las mañanas.
Cambio de canal, vuelvo a casa. Me ducho. Pienso pienso pienso.
En ti.
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
-
La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 10 horas