Esta demencia tuya, cariño,
a la que no me sobrepongo
no hace más que, siendo sincera,
me plantee si deseas usarla como un medio de locomoción,
como un síntoma de verdor, de esplendor absurdo.
O es solo un trozo de un tenebroso acopio de últimas fuerzas
para mantenerte, de algún modo, productivo ante ti mismo y ante
todos esos tornillos.
Mi barriga no hace más que doler, ningún medicamento
surte ya efecto
supongo que tal vez, se acabó mi suerte.
Colmillos, sexualidad, romanticismo y mujeres. La visión del vampiro en el
cine: Abraham Domínguez Belloso.
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Hace 1 día