Cuando aspiras y mantienes el cinturón abrochado, siempre un agujero más
como si sentirse apretado fuera una forma, como otra cualquiera,
de asirse al mundo.
Un regalo en una revista mensual, y saltas con gafas nuevas, te empeñas
en que te interese, de algún modo, la cosmética y la moda, en realidad es
ser otra persona, con la piel lisa y algún modelo apropiado para cada ocasión,
una suerte de famélica hembra, que empieza por hacerse valer en el mundo
de la literatura y los recitales performance.
Después está que no te aclaras, te miras al espejo y ves belleza, y te miras y ves
un monstruo extraño, una cara deformada, un vientre hinchado y la maldad.
Y el asesinato.
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
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La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 9 horas