La autopista de la información se ensancha y parece que nunca
va a contraerse.
Todo el mundo conoce a todo el mundo, todo el mundo escribe, eso es bueno para el mundo pero hace que yo me sienta frágil. Todos saben quien es Saudek. Eso es bueno para Saudek pero hace que yo me sienta transparente, mutable, insegura.
Todo el mundo fotografía cosas. Se hacen autofotos en posturas sexy, con miradas de pretexto, envueltos en ficción. Esto debería ser bueno para la industria de la fotografía y también para la gente. Viva el arte! pero a mi me hace sentir mortal, nada ilustre, cero importante, absolutamente borrable.
Nadie importa a nadie.
Todo el mundo conoce a todo el mundo pero nadie conoce a nadie. Es esa famosa frase. Nadie quiere conocer a nadie, sólo quieren darse a conocer como dolientes, flacos, criminales, voluptuosos, sensuales, elegantes, modernos, felices, activos, pop, sodomitas, frikis, hombretones y traviesos. Como putas o niñitas de doce años con el pubis afeitado.
Irreflexivamente soltamos nuestra mierda al hiperespacio, a la autopista de la información, la soltamos liviana, esperando que al otro lado alguien la recoja, la mire y diga: qué interesante! - y normalmente lo dirá de manera atolondrada, sin pensar demasiado, dándose cuenta de que a la vuelta de la esquina siempre hay alguien más australiano, más interesante, más hermoso, más hábil, más cínico.
Las puertas de acceso bloqueadas hacen que queramos siempre saber más, sin embargo a la hora de la verdad las puertas no esconden ningún misterio, sólo a alguien inerme, descuidado, encerrado en su casa, repudiado por amigos y jefes, con barriga y gafas llenas de roña. Pajeandose frente a una ventana estúpida a un mundo automático e insultante, lleno de artistillas del diseño y treinteañeras de palo menudas y sin pecas.
Yo en mi grandísma pequeñez, en mi grasienta nimiedad, no puedo más que vomitarles a todos en la cara y decirles. Hasta nunca. Mientras, todas mis mentiras se hacen refulgentes y se rien, se rien de no significar ya nada.
Se quedan revolcándose en deseos de realidad que se quedaron sujetos a la gomilla de algunas bragas, en el cajón más olvidado de la casa de ese tío tan alborotador.. .
PROMISCUIDAD EMOCIONAL
Difusa y con la boca pequeña
te prometo la brevedad y los pestillos
Torpe, verde y erótica como un esmalte de uñas
(de verano)
voceo ofreciéndote todo ventajas.
Pero tú, por favor
Quítame la máscara, se para mi esporádico
descoyunta mis huesos haciendo de ello un arte
y justifica tu violencia con medicación
y decreciente amargura.
Siento.
El desencanto al buscarme en los brillantes poemas
que escupes con la furia del nadador ahogado.
Me maravilla la facilidad para amputar un tequiero
la pereza con la que las palabras se extienden en el diván
la tribulación por las noches, en la cama y sola
y gorda y sobresaliente en
inteligencia, cortesía e hijaputez.
Me maravilla todo eso, sí, el invento de mi propia belleza
la desolación de la verdad.
Todo lo que olvido, lo que denuncio.
Las mentiras quejosas de serlo.
Irritadas, más diminutas que nunca.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
3 pulsaciones:
Hay una gran verdad oculta (lo intuyo) y la has rozado en lo que has dicho. Demasiadas mentiras, demasiadas máscaras (esto es una máscara), demasiadas poses multiplicándose en miles de espejos digitales. Interconectado, convertido todo en un única sopa de ideas, las mentiras más livianas flotarán en la superficie esperando nuestras cucharas. Los oasis se están quedando sin desiertos protectores mientras infinitas manos cultivan en ellos la identidad, no el arte. Toneladas de sucedáneos de vidas ajenas consumidas por futuros sucedáneos de personas cada vez más desdibujadas. Tal vez un universo realmente humano no puede estar habitado por más de dos personas, un tú y un yo.
Suerte
(y recuerda que...)
"Cuando hables conmigo
no repares en normas
impuestas y arbitrarias,
deja fluir tu río,
voz de palabras turbulentas
que mi imaginación es
suficiente cauce
donde corran libres sin los
barrotes de la cordura."
siempre te leo, no diga porque me fascinas de tal manera que me pareceria estupido escribir algo pero me gstaria corresponderte con un pedacito de Panero, un poeta excepcional y fuera de lo comun o demasiado realista, segun se quiera interpretar:
"Hay restos de mi figura y ladra un perro.
Me estremece el espejo: la persona, la máscara
es ya máscara de nada.
Como un yelmo en la noche antigua
una armadura sin nadie
así es mi yo un andrajo al que viste un nombre."
besotes.
Si no te importa, éste me lo copio y lo guardo.
Me gusta tu franqueza.
El brillo no cambia.
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