Tomar esas pastillas para que todo me de igual. Para mirar la puerta abierta sin agobiarme, y para adelantarme a los besos festivos que la gente se lanza a boca abierta en estas fechas.. Tomar esas pastillas para olvidar que estoy zumbada, como una mosca contra el cristal, para no parecer débil, ni aburrida, ni enferma. Que nadie piense que estoy deprimida, o triste. Aprender a esquivar los golpes a base de acertada química y lecturas nada sofisticadas.
Dándole duro al centro de mi corazón ansioso.
No se si recordarás la cicatriz menuda en mi pierna derecha
o la forma de mis pies.
Cómo se pude acumular tanta ira contra alguien sin que eso repercuta en uno mismo.
El tiempo no cabe en mis manos, la dureza de la vibración que se expande en este universo enfermo no puede cortarse con un diamante.
Vine a descubrir algo mejor.
Pero apareciste tú.
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
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DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 6 días
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