Trituradora

Puedes ver en los ojos de la gente qué será de ellos, y sin embargo no puedes ver en los tuyos qué será de tí. Y te preguntas si acaso los demás lo ven.
Estoy a punto de lanzarme al infinito, como en caudal enorme de fuerza y grandeza de espíritu.
Puede que las cosas estén por cambiar. O mejor dicho, puede que yo mueva los hilos para que lo hagan.
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He estado con la preciosa niña que se cree gorda y tonta. Es literalmente preciosa y rápida. Inteligente, fresca, natural. Es una artista. Me hubiera pasado toda la tarde con ella, y pensaba que, ojalá si tuviera un hijo alguna vez, tuviera ese potencial extraño, una fuerza innata que le lleva a exhibirse y a imaginar. Una imaginación desbordada, si señora. Por eso te va tan mal en el colegio.
Te tengo tanto cariño, eres tan parecida a mi en tantas cosas. Supongo que eso hace que todavía te vea más auténtica, porque en ti todo está aún limpio y carece de las capas que ponen las formas, los vicios, el miedo o la realidad de la vida, muchas veces tan cruda cuando una habla de si misma y de los caminos recorridos hasta llegar aquí.
Me gustaría tanto decirte que no te rindas. Que eres tan preciosa. Bueno. Que no hagas mucho caso de los que dicen esto o aquello. Haz lo que te gusta. Serías una gran actriz, o una gran dama de vete a saber qué tinglado.
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Y por otro lado, tú.. encierrame en tu casa 48 horas y viólame 96 veces.