
Me imagino unas sábanas así de azules, que se perfuman de aire limpio y cómo, después de extenderlas, frescas y en verano, nos tumbamos sobre ellas, desnudos. Follamos, hablamos. Yo recupero la belleza perdida, tu sudas y yo te lamo. En cierto modo me agujereas de mil modos distintos. Se plantean interrogantes pero los dejamos ir. Después de todo, es pronto todavía. Y es verano.. y.. tenemos sábanas azules.
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
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La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 10 horas
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