Y yo sin poder dormir

Claro que aún es muy pronto para eso teniendo en cuenta que es sábado y Bx y yo hemos cenado un perrito caliente apestoso y un donut cubierto de fresa que ha sensibilizado mis dientes para toda la eternidad mientras caminábamos hacia el sowhat que ya no es sowhat donde nos hemos bebido un zumo de piña y nos hemos ido corriendo antes de morirnos de asco. Después en casa al dvd Them! una peli de ciencia ficción de hormigas gigantescas de cartón piedra y he venido a escribir después: no dejo de pensar en todas las cosas que han pasado hoy y en lo extraño que es verse como con un espejo retrovisor. Tx es una bola de grasa andante le mirábamos el culo desde el bar mientras caminaba hacianosedondeapillarnosequé. Lx dijo (muy agudamente)- parece un critter. Y yo no pude más que reirme de amor y miraba por el retrovisor que tengo en el cogote y me veía riéndome igual hace diez años de palabras semejantes o distintas, qué importa, la risa era la misma. Entonces Tx estaba igual de gordo pero sus michelines no escondían miedos droga billetes en la cartera libertades condicionales y pesadillas de letrados de pago. Yo todavía no me había entregado a la muerte lenta de emparejarme indefinidamente esperando algo que nunca llega.
El último recuerdo que Lx guardaba de mi es Patricia en su bicicleta.
Casi es el último recuerdo que tengo sobre mi misma también, que merezca la pena.