El fuego se vuelve verde al quemar la tinta.
Se queman las noticias.
El color es el más nuevo que he visto nunca.
Dios está en la casa, y precisamente es esto, a lo que yo llamo eso.
Música, los zapatos despegándose de sus suelas – mi madre me advirtió de esto, si acercaba mucho los pies al fuego-
tú en un extremo de la habitación, iluminado con la sudadera azul,
un dedo en el labio inferior, pensando en tus cosas, escribiendo tus novelas,
yo existiendo, de dentro hacia afuera, perros ladrando – Lola en particular-
la toalla húmeda en la silla, todos expuestos a la belleza
todos somos la belleza y es así
porque la hacemos
casi sin darnos cuenta.
ES MEDIANOCHE EN CASI TODO EL CUERPO: Gema Fernández Martínez.
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Un poemario también puede ser un mapa, un acertijo, una tirita, una
linterna que arroje algo de luz a cada semioscuro. En este libro, la autora
traza un ...
Hace 10 horas
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Me recuerdo un poco a Victoria Woolf
Jaja, vale, eso me sirve como respuesta. :) Buenísimo, como siempre.
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