Entra mucha gente aquí, tengo ganas de dar a luz un niño enorme y hermoso que
hable más pronto que tarde y aprenda su primera palabra y que sea papá.
Estamos grises en la melancolía de los parentescos rotos, bolas de colores y
canciones como tanques arrollandote cuando entras a los supermercados o las
tiendas de barrio. El subnormal del que te enamoraste hace años no hace más que
tocar la mierda para convertirla en oro, mientras parece un terrateniente de
gran billetera y enorme culo. El perro que no tienes espera en su jaula a que le pongas
nombre
Y la belleza es un carro del que tirar cada día mirando hacia otro lado cuando se abren las neveras o entramos a restaurantes.
Las lágrimas de la mujer con gafas caen como humo de quejas y gritos.
Estamos aquí y pronto empezará un nuevo año en el que navegar, navegar y seguir
navegando.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 1 semana
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Algún día,
entre los dos,
comeremos carne
de la misma víctima
humana.
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