Céntrate.
No hay nada más que hambre, el circuito cerrado de vigilancia que hay dentro, graba cualquier
aproximación a la nevera. El circuito cerrado de vigilancia graba el desastre ocurrido entre mis labios, graba el desastre de mis rodillas, graba la muerte lenta del dormitorio. No hay nada más
que hambre. El circuito cerrado de vigilancia graba mi propia Islandia, es primavera.
El circuito cerrado dice que estamos por explotar en confeti y pescado congelado.
Hay veces que prometo cambiar y ser buena. Me miro al espejo tratando de valorar en su justa medida las cosas, sin conseguirlo. Hay una banda de música reptando en las baldosas, escriben en ellas un réquiem que se instala, es grave, quiero decir, pensar en saltos al vacío real, mientras saltas por dentro y graba el circuito cerrado de vigilancia, y las ventanas reparan en ti, y los abogados de las películas.
He rezado ayer, no creo en dios pero recé por los tumores que no queremos, por saber mantenerlo todo vivo, porque no se muera en nuestros brazos, y no se mueran nuestros brazos.
¿Cómo lo definirías? - me preguntan- Como aire, un aire frío y luminoso en las fosas nasales, un aburrimiento contable, un avión despegando, una rabia femenina y hormonada, un refugio minúsculo de control, no echarte de menos. El dolor es no echarte de menos. El dolor es no echarte de menos. El dolor es no echarte de menos.
PELÍCULAS QUE ERIZAN LA PIEL: Prólogo de Jorge González del Pozo.
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Especialmente apto para todos los públicos:
El contrapunto y la pasión por el cine
de Vicente Muñoz Álvarez
El pulso de Vicente Muñoz Álvarez se hace nota...
Hace 6 días
4 pulsaciones:
es como el amor cuando no importa que sea un maldito aeroplano o un jodido Boeing 747 porque igualmente puede estrellarse y estamos en la cabina, formamos parte de la tripulación, o tal vez de los pasajeros.
y estamos muertos.
maravilloso blog!!! Muchísimas gracias por tanta belleza
muy buen blog. me quedó resonando eso de que el dolor es no echarte de menos...
Eres grande. :)
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