Hay días así, días de pájaros locos, de incontinencia de brazos.
Un día así supe quién era Darth Vader,
se me corrigió la espuma.
Un día así se perfumaron
las incubadoras.
Hay quién sabe más allá de las ciudades,
conoce sus círculos y sus
cocinas,
hay quién conoce todas las cocinas,
las mandíbulas de los perros, el relleno misántropo
de los bares.
Hay días así, uno se da cuenta, de la precisión de la burla,
de los muertos circundantes, uno ve a
las mujeres que pasan (comiendo crudo),
por las habitaciones, y las ciudades en las que debió
vivir y presiente los vientos
tontos y afilados
que como mucho
le cortarán
el labio.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
-
*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
7 pulsaciones:
Siempre tengo ganas de leer cosas tuyas
Me gusta.
Un saludo.
genial
Perturbador...y muy bueno
Si lo hubiera escrito Baudelarie (por ejemplo) sería uno de sus mejores poemas, traducido a todos los idiomas, paradigma, proa y semilla de suicidios.
Lo has escrito tú.
Una mirada precisa, que revela y descubre. Lo que muestra no se evita mirando a otro lado: está dentro de uno y sólo las drogas más potentes y la inconsciencia disfrazarían la realidad. No esa realidad, no, sino la realidad cabal y cierta.
Gracias a todos.
La casualidad en el caso de que exista me ha invitado a llegar a tu blog, estoy haciendo un recorrido por todas las entradas y estás haciendo muy interesante mi mañana de domingo. Me gusta mucho lo que leo.
Publicar un comentario