Trece es el número de mi sombra, con los nudillos hechos puré, voy dejándome los puños en las mesas y un astrolabio por muy bien que suene, no es un regalo para mi.
Así que dejaré un reguero de pólvora, todo el camino, hasta
tu casa, con el corazón como explosionando y corriendo una carrera de diminutivos y
heces, hilos pequeños que nos sujetan,
el cuadro con tu rostro- te digo- ahora te pareces más
con el pelo corto, al dibujo.
Tengo miedo y sexo que es rojo y es abierta una nube de algodón para cualquiera
flotan las parejas en el aire con siete brazos y chimeneas negras, las mariposas y
los cabarets se clavan aquí por cuántos años.
Pienso en ti como en arcada y en la nuca el espasmo que se cobra las vidas,
nuestras vidas son risas a medias con los dientes rotos y sin mejillas
sueño que follo con el suicida y que tú mueres en el barro, todas las cosas vuelan en
el aire, un dibujo en el que salimos Rafa y yo, especialmente apreciado, lo veo
alejarse en la tormenta
.
El impulso era reconocer que soy carnívora y soy pedestre, que miro al hombre que
rompía los vasos y qué decir que haría cualquier cosa por, por cinco minutos
borrarte.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
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es una sucesión salvaje de imágenes, un verdadero torbellino.
flipante.
un abrazo
peter
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