Necesito sentirme fuerte, utilizo todas esas complicadas contraseñas
para el correo electrónico y páginas de contactos, reordeno las prendas
por tipos y frecuencia de uso, necesito y tú lo sabes
sentirme tan fuerte.
Trato de tener sueños lúcidos, ahora que no escribo apenas
y que lo poco que hago, lo hago pasando de puntillas por el mal.
No sé, no pretendo nada,
necesito reaprender el vahído de la escritura, que me de un poco igual, caer
dentro de ella que
apagues la televisión, que terminen las fiestas, tener las gafas, tal vez este fracaso
se deba también
a una visión deficiente.
A los ángeles les suenan las tripas, nada de viejas arpas,
el abuelo no me mira pero está riéndose con ese hueco
en las encías recostado en el sofá, en la pantalla,
y la primavera está llegando, el amor
flota en el aire como un globo de gas y pulsaciones,
mi memoria es una cadena negra y por las noches sueño también
sin darme cuenta, con palacios de zirconita y peleles con penes pequeños
y contigo, amor, mi legendario amor, en los calabozos de la ciudad, rodando como
ruedan las piedrecitas pequeñas en verano haciendo daño en los pies,
en junio todavía tenemos las plantas
delicadas y siempre hay un dolor,
Ismael tiene varios, nosotros sabemos mucho de las personas, las
vemos venir, y sigo soñando con cráteres y perlas, con chicos que pierden la
cabeza, dilapidan sus fortunas, se despeñan como
cabras montesas y afortunadas, pobres pero aún ilesas
sus ojos saliendo de las órbitas mientras
corren por el arcén de
la nueva autopista.
*
Me siento fuerte con enredaderas
y cosas complicadas que hacen el entramado más
resistente.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
-
*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día