Y los árboles se doblan bajo la lluvia primeriza
con su escuela de semáforos y señoras enlacadas, histéricas bajo una nube de rulos y
pérdidas. Los árboles se doblan bajo esta lluvia, yo me doblé con esta lluvia y fue
también tu lengua y tu rabo por la noche, imploraba yo no sé qué paz, la de saber que te
gustaba, todo aquello que hacíamos y me preparaba
para el salto mortal
me preparaba
para la nieve y la agonía sabiendo que estaría contigo para
siempre, pese a diluvios y abstinencia y cosas sagradas y
tontas, siempre, estaré, contigo, amor, siempre estaré
contigo y habrá, ya lo sabes, tiempo para rompernos como palos, será
en un día como hoy, inapacible y vulgar, con chubasqueros y dinastías de hormigas
muertas, es esta agua salvaje y terca, un pliegue en mi carne cuando me acuesto
a tu lado y en tu sonrisa veo el sol, tu sonrisa es ver el sol en un día como éste, hoy
un día como este, con su barrio y sus charcos, madrugando terriblemente afectada
por no ser famosa o estar forrada y descansar en un diván con lecturas y gansos,
qué sé yo, por decir tonterías no será, que la mañana es larga y por fin trae un compañero
el periódico que le encargué, y pienso en ti y no hay oscuridad y la oscuridad que hay se
pronuncia suave es mi ceguera, se mueven las persianas violentamente, algo nuevo además de
la tarea de esconder, es esta tormenta de muebles y pasillos, anoche te di las gracias
y te llamé por tu nombre, por un momento estuvimos tan separados después de hacer el amor que
fue como antes, como antes de conocernos, y es la tormenta y es el vacío barriéndolo todo,
un eco de rizos y tu boca, no logro reconocernos y pese a todo sé que somos nosotros
estos y no otros, tumbados boca arriba, pareciéndonos increíble la altura
del nuevo somier.
PAULINE. MEMORIAS DE LA MADAME DE CLAY STREET: Pauline Tabor.
-
«En mi trabajo me he topado con unos cuantos mafiosos importantes y, sin
excepción, son escoria humana. Pero, por malos que sean, no son tan bajos
como l...
Hace 1 día