Soy invisible, una vieja salida de la boca del metro
con su boca cosida un hilo muy fino de
histería en la lengua rosa,
un surco de problemas en el ojo.
La ira multiplicada en el ala de la mosca
cercenada y minúscula,
qué pequeña instalando su hielo en las articulaciones, hielo en la flor
que trajiste y morirá. ¿Sabes qué se siente cuándo vas a matar?
Soy invisible, salgo de las papelerias con fotocopias y grapas,
tengo en las manos la envidia y
las cáscaras de un pasado infinito, que voy a reventar es algo obvio,
mi padre solía escupirme en
la cara su soberbia y su miedo, mi madre se escondía detrás de la puerta
y es que
nos da
miedo sucumbir al vacío nefasto de la elucubración,
la propia psique sumergida en almíbar y vienen
las moscas. Vienen las moscas pobre señorita,
y la ira es una estación en la que permaneces averiada
y se acerca la vejez con ritmo de marcapasos
y cánceres comiendo vísceras, en forma de arroz arrojado a la cara,
todos esos granos de arroz esparcidos dentro, hay expresiones que se clavan
la memoria es un corcho con esos papeles arrugados
y hay expresiones como los granos de arroz cuando la abrieron
y aquello parecía un plato de cáncer, o pelos de cerdo
en el corazón una maldad repentina que de pronto está incrustada,
nunca podrás deshacerte de esos
pelos de cerdo que tienes en el corazón
ni podrás deshacerte de la última visita a la residencia
ni de los cristales rotos clavados en la espalda,
los niños que te decían lo mierda que eras
acabaron con su vida
antes de los 23,
cristales rotos clavados en la espalda,
huellas de colillas, no explotar contra el asfalto ni queriendo,
él tuvo suerte.
Hago los poemas -expurgación de mi alma- sucios y benévolos,
podéis miraros aquí
miraros aquí y acariciar
vuestra vida como si fuera
un gato.
PAULINE. MEMORIAS DE LA MADAME DE CLAY STREET: Pauline Tabor.
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«En mi trabajo me he topado con unos cuantos mafiosos importantes y, sin
excepción, son escoria humana. Pero, por malos que sean, no son tan bajos
como l...
Hace 1 día
9 pulsaciones:
Me gusta acariciar mi vida como si fuera un gato. Me gusta cuando mi vida ronronea, cuando es feliz conmigo y yo lo soy con ella.
También me gusta tu poema.
Saludos.
Qué buenas suelen ser las ilustraciones que enmarca tu blog. qé tal? Tiene mucha fuerza el poema, quién no tiene pelos de cerdo en el corazón, vamos. un abrazo
Me ha gustado mucho-bastante-muchísimo.
Un beso Saf.
(Así que grapas y fotocopias... me alegro que estés "carrereando". No tendría por qué, pero es así, me alegro.)
Me recuerda a los versículos de "Hijos de la ira".
La imagen de pelos de cerdo en el corazón es repulsiva, ¡enhorabuena!
Un saludo.
Si muchos estamos decepcionados con el genero humano, y a veces con lo que nos puede aportar la "vida".. nos sigue doliendo que retuerzan los cristales rotos clavados...
Creo que empiezo a odiar a ciertos seres despreciables, no lo puedo evitar. Son el simbolo de la miseria humana. Vaya mierda.
Querido, querido... no me digas estas cosas. A mi no hay nada que me entristezca más que el odio, creo que es algo que al final sólo se vuelca sobre ti, porque si eres bueno, no descargarás contra los objetos de tu odio el mismo odio, si no que lo engullirás con cara de vicio para después echarte a llorar o algo peor.
Misantropía galopante es lo mío, de todas formas me gustaría vivir en un sitio solitario y hacer y tener visitas sólo a y de buenos amigos. Pero eso sí, mientras tanto no hay que dejarse vencer, el amor es una forma de supervivencia en esta guerra encubierta. Dátelo! :)
uff muy intenso, así me gustan los poemas, intensos y muy poco convencionales...
Me doy el amor y lo doy a los que saben recibirlo, que de eso tambien hay que saber. Intentaré no olvidar tus palabras.
Un abrazo
pelos de cerdo en el corazón
cristales clavados en la espalda...
y mis ojos en tus lágrimas estampadas en mi pantalla.
me gustas Safri
Jody Dito
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