He abierto El Noticiero.
***
Vi cómo se marchaban los pájaros, tan temprano una estampida,
dibujados negros contra el gris, cientos
de pájaros en fuga, todavía amanece, pálida y despeinada, voy
al trabajo y en mí crece la desdicha, una palabra que la desate
podría ser puerta, sangre o vértigo. Crece también una sinfonía
majadera de silbidos, la obertura de un sueño ahí arríba.
Ahí
arriba.
Yo aprieto las piernas podría decir que ahora
el sexo no me interesa, los párpados convulsionan en rem, hay petróleo
en mi cabeza, y las partes de mi cuerpo que señalan la salida,
se rompen con la lengua, no logro concentrarme en tu cuerpo o este cuerpo
otro cuerpo o el mío.
Se abre la puerta corrediza, entro y la luz es fría, puedo ver mis pequeñas
arrugas dibujadas como por un niño, en el espejo del fondo,
giro la cabeza y miro antes de cerrar tras de mi, al cielo otra vez y veo
como algunos pájaros rezagados, un pequeño grupo, también
se marcha.
Sonrío y sigo, como siempre
adelante.
PAULINE. MEMORIAS DE LA MADAME DE CLAY STREET: Pauline Tabor.
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«En mi trabajo me he topado con unos cuantos mafiosos importantes y, sin
excepción, son escoria humana. Pero, por malos que sean, no son tan bajos
como l...
Hace 16 horas
3 pulsaciones:
Me gusta este poema. Si me gustasen las etiquetas diría que es irracionalista y confesional, pero como las etiquetas son una mierda, digo que es 100 % Safrika sin desnatar.
¿De dónde sacas esas ilustraciones tan chulas?
Es una trasmisión oral del interior. Pero no, ¡¡NO!!, no, n,no.
Es una representación sensorial de lo que sientes, hacia afuera, es la capacidad de discernir lo grande y lo pequeño sin separarlo, es casi una forma verdadera de mirar.
Aunque reconozco que es mucho halago ese, creo que debería matizarlo, pero paso.
Me han dado ganas de chocar de frente contigo para a ver qué pasa. Sin violencia. Sólo para que los gatos de la Molly se fijaran un poco en nuestro pequeño encuentro y veredictaran con sus bigotes antenoides qué cosas están sucediendo o podrían sucecer (que ellos son horáculos por naturaleza y, digámoslo, por su confianza con el hombre, al que expolian desde eones).
Un placer leerte, como siempre
besos
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