Y después operas con las manos en tu regazo, implorando
un cirujano valiente, pulverizador de enfermedades y huecos.
Como en aquella película, dentro del bar la música
va haciéndose en off, una alucinación de desmayos
tú particularmente deshecha,
conversas en el espejo, temas
recurrentes
un viaje
una peluquería
un sueño
nostalgia con eructos y paralelogramos.
Todo se construye sobre una base modesta,
nunca un borde logró raspar la piel o el vestido, pero
tu padre exige fechas y papeles que perdiste
la madre grita envuelta en flechas y mantitas
la abuela enferma con delgadez y
................es lo que toca, merendar ahora,
olvidarlo todo, tragar placebo, vencer
y si acaso
empadronarse
en la nada.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 1 semana