Y después operas con las manos en tu regazo, implorando
un cirujano valiente, pulverizador de enfermedades y huecos.
Como en aquella película, dentro del bar la música
va haciéndose en off, una alucinación de desmayos
tú particularmente deshecha,
conversas en el espejo, temas
recurrentes
un viaje
una peluquería
un sueño
nostalgia con eructos y paralelogramos.
Todo se construye sobre una base modesta,
nunca un borde logró raspar la piel o el vestido, pero
tu padre exige fechas y papeles que perdiste
la madre grita envuelta en flechas y mantitas
la abuela enferma con delgadez y
................es lo que toca, merendar ahora,
olvidarlo todo, tragar placebo, vencer
y si acaso
empadronarse
en la nada.
EL DÍA QUE ME CRUCÉ CON CHARLES MANSON por ALEXANDER DRAKE
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Domingo 15 de diciembre de 2019, 12:33 del mediodía. Cruzo el puente del
Kursaal en dirección al Centro y justo en medio veo a un chico joven con
pinta d...
Hace 5 días