Los labios falleciendo, el matadero
llevado al abandono tras años y años
Y la luna cerrada
que eran mis uñas y lo vergonzoso de un
diván japonés, trás los adornos.
Un beso no es más que un ungüento
la piel que toco no huele a carnicería y
sin embargo esto parece
una
matanza y acaso
será
con el perfume de todas las cosas
perdidas.
En el monstruoso devenir,
incompleto en
su transcurso.
EL SENTIDO DE LA VIDA por ISABEL MARINA
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Somos solo ondas en un lago,
barcos que se pierden entre la niebla,
el último sonido de aquella canción,
la bruma sobre el prado verde
de la adolescencia....
Hace 4 horas