Él no había encontrado todavía la primera duna en el desierto y tampoco
Deslizó las manos sobre las mías o estrujó mis
Glúteos como se estruja
Una esponja.
Él no había encontrado todavía la estación en la que pulular cómodamente
Y tampoco
Atrapó la mosca y me la ofreció
Como un regalo.
No hubo misticismos ni escaleras que llevaran
Arriba
No hubo cáncer ni mediación ni volcanes
Ni heridas
Sencillamente se
Subió
Las
Gafas
Y cruzó las piernas.
No
Me
Miró.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 1 semana
4 pulsaciones:
Me parece una soberana idiotez lo q has colgado.
soy Airy hermana. ;)
un poco de respeto.
Los que no saben mirar, siempre nos confundes con los estúpidos.
Muy cerca y muy lejos de Bowles.
Saludos
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