Los padres murieron en el naufragio
flotaba la mesa pequeña que sostenia las revistas del
corazon
la lampara con forma de timón de barco
la estantería de escayola con libros y libros
de historia
la campana de cristal de bohemia
los cuadernos de homeopatía
los ceniceros perfectamente colocados en la mesa
con su agua levemente amarilla
siempre limpios.
Los padres murieron, estaban muriendo ya
dando las últimas bocanadas a un aire pesado y nuevo
que ella aspiraba con egoismo e ingratitud
robándoles asi lo poco que
quedaba
El padre habló de lo implacable de
aquella jovencita de emotividad plana
en cuanto a familia se refiere
Comentaron en voz baja que
ella
tenía que haberse marchado
lejos
muy lejos
de ese modo
podrían
idealizarla
hablar bien de ella a los amigos
sentirse
orgullosos
de haberla
fabricado
Y sin embargo se miran, entrelazan las manos
en el sofá azul
lanzan contra ella pequeños balines feos
al teléfono
palabras arrastradas que denotan que perciben
la falta de interés
la ayuda cero
y ella pone voz de buena chica pretendiendo
ser
menos culpable
intentando dejar de
sentirse culpable
por serlo
y si acaso alguien pregunta a la chica que va a
hacer
dirá
encerrarme en mi cuarto
escribir
fumar
ya se que mamá no puede andar
y papá anda loco con la burocracia relacionada
con el coche
pero no puedo más que
mirarme el
maldito
ombligo.
(y que dios me perdone)
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día