A mi me da vergüenza decirte que tienes los ojos
profundos y de un marrón exacerbado y puto.
Que tienes las manos pequeñas y tienes las uñas
largas y que tal vez una caricia de anzuelos
vendría bien
a la tristeza autóctona de mis pies y de mis ojos y
a la sonrisa que hueca implosiona a causa de ciertos
defectos bucodentales.
A mi me sigue dando vergüenza concretar ciertas
secreciones las que tienen que ver con ojos suelen ser
íntimas y arriesgadas.
Las que tienen que ver con labios las dejamos para
lo que no es platónico, lo que huele y no tiene
prejuicios relacionados con COSAS CONVEXAS
con el latido mordaz de lo que dice NO
con tu aguzada delgadez, puntiaguda angulosa fina.
Los niños tienen la cualidad de la belleza la inocencia
la alegría y la insoportabilidad.
A mi me sigue dando vergüenza tocar las cosas que
sudan cuando uno no espera que se pongan a echar "eso"
y tener miedo a lo que nunca pensé que podría
tenerle ni siquiera un poco.
A eso
se le
llama
SORPRESA.
Y ahora hablemos de
embestidas, acercamientos, agresiones y abordajes
para después quedarnos con la vergüenza del
deleite el estupor la devoción y la estima.
Un respeto
¡una pasada!
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día