Noctámbula también en domingo.
La botella el lienzo el escudo las armas el pelo rojo la piel blanca
La extrañeza con la que el poeta mira, la calidez de las manos sobre el muslo
La oscuridad en la que lloran miles de niños y duermen y roncan
esos hombres pesados que guardan en sus barrigas desolación y quinielas
O los que bombean sobre su mujer o contra ella buscando un pecho con los dedos
Exprimir pezón, soldar el amor con la saliva, qué importa por qué cuándo cómo.
Esta noche las colillas comienzan a tener nombre y las
Furiosas aves, imprevisiblemente nocturnas se cuelan en mi cocina
comiéndoselo todo
La traición sutil amenaza en cada palabra y en cada gesto
La perplejidad con que miro su pobreza de espíritu y lo gráfico de un brazo
dibujado sobre la almohada.
La mudez del mudo, la sordera del sordo, la bayeta plegada, las monedas esparcidas
El mantel sucio bragas fuera el cardenal la llave
el suspiro inmediato como un semáforo ardiendo, parpadeando en su soledad de paso de cebra.
En la calle una mujer grita y escupe a un lado como un viejo que ha perdido los dientes y sólo quiere
Morir delicadamente o morir como sea.
Las maletas vacías, llenas desde ayer de vastos rincones de mis absurdas maneras
sucias y pequeñas, que debían abandonarme. Quise que se fueran
La noche de domingo como un cadáver un estertor un aliento último y de sonido inolvidable
La lluvia bajo las ruedas, las ventanas amarillas, los aparatos de gimnasia, el protector labial
La singularidad de mi rostro perfecto reflejado en un vaso y el joven que dormiría adherido
A mi
Si yo quisiera.
Estos
cuerpos se parten por la mitad, la gravedad es una broma,
La distancia nos salva de perecer lentamente, o nos ahoga con el hueso en la garganta.
No existe nada que pueda ahora hacer, nada que quiera que hagas.
Sólo te pediría que por una vez, por una vez, por una maldita vez.
Dejaras de sacudir la cabeza y de emitir esos sonidos guturales y de espantarme con tu miedo
Y tu desdén de moribundo ocioso.
Que acabaras por destaparte en una estancia hueca, que encajaras tu mandíbula en cualquier boca
Que te convirtieras en caballo hinchado el miembro y que
Fueras feliz.
Feliz en la ignominia en la chatarra en el ideal en la tempestad en la carretera.
Feliz en el suelo en la tierra en la miseria en la trastienda de una tienda feliz
En el agua sin mi en la ciudad condal en la riqueza en neptuno enfundado en una gabardina
Sometido a los recuerdos que se burlan pegados como chicles en el pelo en las manos pestañas
Feliz.
Y si esto que me está atacando es lo que creo que es, incluso rezaría
Por estar equivocada.
PERO
La papelería guarda papeles no podía ser de otra manera.
DEL FONDO: Ya a la venta en Underdog Ventures.
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“Del fondo” surgen las visiones más aterradoras, pero también más
fascinantes. Surgen las preguntas más angustiosas, pero también las
respuestas más nece...
Hace 2 días
4 pulsaciones:
Bien.
pulso .
en las maletas vacias
en la papeleria con paredes pintadas de sangre
pulso por la errancia.
Hermoso. Hermosa.
Margot.
de todos modos entro al baño y eso cuenta.
salud!
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