No me llames más.
No pienses más en mi.
Imagina que todo ha sido un sueño de esos
en los que uno es feliz
(hablamos de esos sueños alguna vez)
y ya sabes, siempre se
acaba por despertar
con mal aliento
algo sudado
con hambre
y sin agua caliente (porque se ha jodido el termo.)
La leche está cortada
(de todas maneras no queda Nesquick)
y todo te la suda porque no tienes que ir
a trabajar.
Así que
mejor
no me llames más.
Imagínate eso. Que fue un sueño.
Después, pasado el mal día (por lo real),
vuelve a dormir y cuando
salga el sol otra vez
puntual y aburrido,
entonces,
estará:
TODO OLVIDADO.
TODO LIMPIO.
TODO EN ORDEN.
Podrás desperezarte
y decir:
AQUÍ
NO
HA
PASADO
NADA.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día