A.S.L
no te mueras, ponte bueno.
Me acuerdo de las noches al raso, sin otra preocupación que la falta de papel de fumar o de pilas para el cassette (sí, hace bastante tiempo). La última calada que siempre me prestabas "para que no te quedes con las ganas". Tu plumífero granate y tu olor cuando subíamos juntos en aquella mobylette naranja. La prisa inútil, por crecer hacer algo viajar sentirnos libres. Tu habilidad para dibujar y retratarme como heroina de un mundo manga. La mirada cómplice, la verdad de un extraño amor sin cuadricular.
Esta vida, que se compone de toda esta diversidad hija de puta con su esplendor en tardes de primavera. Y la callada calle que poseo, esta vida que abruma, incapaz como soy muchas veces de pensar y actuar en consecuencia al tiempo que se resta. Soy incapaz de creer que todo puede ir bien. He visto mi error, y renuncio por siempre a mi hipocondria enfados a los trajes a lo gris y lo que se modela a base de mirar siempre hacia abajo. Renuncio por siempre a lo taciturno que se expresa en cada aliento del conductor de autobús, en cada suspiro de la mujer entre sus macetas, en cada lágrima vertida por nada.
Recuerdo tu amor como el más hermoso colapso por mi sufrido, el auge de aquella amistad incomparable que al final no nos creimos, el aire maquiavélico que decidiste respirar desanclado de mi, aterrizado en una isla fúnebre y traidora.
Hoy pediría perdón por no haber estado , pero creí que nunca nada terrible podía pasarnos, confiada en aquella juventud abrasadora y sana. Chupóptera, acelerada.
Nunca creí que algo, en el momento justo, no te detendría, y me equivoqué. Ahora te retuerces sedado y estúpidamente amargo, en el hospital al que llamaré infierno. Y mi miedo a no reconocerte se situa al lado del de perderme yo al perderte. A sentir el frío simple y eficaz de la muerte como un filo enorme y preciso, apoyado en mi barbilla.
Un movimiento en falso y zas!
todo habrá acabado.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
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