Proporcioname lo necesario para que retire mi túnica
y haga posible lo imposible:
Que embutido tú en tu mentira,
te entregues por fin a mis adivinanzas y altercados
siempre mentales, nunca naturales.
Con la solidez y consistencia de tu pene de acero
y en confianza, sin recelo.
Decirte que asignados quedan los papeles
en la representación-marmota.
Yo de irritante droga
y tú de cuestionable trágico.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 2 semanas
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