Me asomé a su despacho y le dije, es que sigo un poco colgada y ella me dijo tú lo que eres es gilipollas y acto seguido me extendió la mano ofreciendome un cigarrillo que encendí sin titubear. Lo fumé en silencio, sentada en la silla de enfrente, nos separaba la mesa. Nos miramos fijamente durante todo este tiempo, ella daba una calada, yo soltaba el humo con desdén.
Mientras apretaba la colilla en el cenicero me sonrió y me dijo.
- Bueno, si es así, ¿a qué esperas?
Oh joder, para qué contestarte. No espero a nada, no espero a nadie. Todo forma parte de esto que yo llamo sobrevivir. Pronto acabará todo. Tendré todo el día ocupado, escribiré poco, conseguiré toda esa pasta y me largaré.
Promesas
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
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DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 7 horas
1 pulsaciones:
Uno, dos y tres, pollito inglés.
Es la tercera vez que me sorprendes gratamente con tus gustos musicales. Buika, ahora Los Piratas, y... bueno, lo de La Bambola lo considero más una agradable anécdota que una preferencia musical. Aunque puede que me equivoque, porque desde que la colgaste algunas mañanas amenezco escuchándola.
Me caes bien, y eso de colgar temitas completos arropando los textos resulta original. Ya es mucho decir, esto, para como está el panorama bloguero.
P.D.
No intervengo en tus posts con comentarios directos sobre lo que cuentas porque yo sólo hablo de la vida de alguien con café, cigarrillos y conocimiento previo de por medio. De-tes-to los comentarios vacíos y esterotipados de desconocidos con asquerosas "buenas intenciones", no sé tú...
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