Nunca he sido muy aficionada a eso de oler calzoncillos, pero digamos que contigo cambió la cosa. Me hubiera quedado para siempre chupándote la polla.
Estoy violenta. Me gustan las cosas rápidas, práticas. A la vez adoro la lentitud del tiempo sobre las sábanas sudadas, el libro con las tapas arrugadas bajo la almohada, el pecho caliente de un puto hombre que me de de mamar. Digamos que soy una cerda, una guarra. Una calentorra y sucia chica interesante. La caja de pandora jamás llegó a abrirse. El pelo me ha crecido y yo no he saltado por la ventana. Los meses han pasado y ya no conservo de ti más que un aparato para oirme el corazón.
Tengo el puño cerrado a la altura del plexo solar.
Ahora voy por la calle y miro a todos esos tíos como carne de matadero. Imagino grandes pollas, místicos polvos, atardeceres románticos en playas, relaciones de corta duración y muchos condones.
Bueno, nunca he sido aficionada a eso de oler calzoncillos. Se que yo no huelo demasiado, una vez me dijiste que me sabía el coño a jabón. Ahora que me meto un dedo y después lo saboreo, siento lástima de que no llegaras a apreciar este exquisito sabor salado.
Oh por dios, resulto bastante recurrente.
Tendré que parar de soltar todo este rollo cada dos por tres.
DEL FONDO: Ya a la venta en Underdog Ventures.
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“Del fondo” surgen las visiones más aterradoras, pero también más
fascinantes. Surgen las preguntas más angustiosas, pero también las
respuestas más nece...
Hace 2 días