No siento ni un poco la brisa, si la hay. No entra por la ventana sin cristales (siempre los quito en verano, es como vivir más al aire libre). Una piensa que estaría bien que la naturaleza creciera y creciera. Árboles y lianas, hasta casi enterrarnos.
¿Qué quieres ser de mayor? ¿Un astronauta, un moribundo, un anciano sentado junto al mar, cerca del coche, compartiendo conchas con sus nietos? ¿un forajido? ¿nadador profesional? nadas en nada. No quiero ser la madre de nadie, solo de mi hijos.
Recuerdo cosas, imágenes. Una sonrisa, el pelo en la cara, el tacto en el cine, el silencio leyendo.
Bueno, eso ya pasó.
Un poco de brisa, sí, eso estaría muy bien.
EL DÍA QUE ME CRUCÉ CON CHARLES MANSON por ALEXANDER DRAKE
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Domingo 15 de diciembre de 2019, 12:33 del mediodía. Cruzo el puente del
Kursaal en dirección al Centro y justo en medio veo a un chico joven con
pinta d...
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