Ahora ya no tengo que trabajar. Ahora las mañanas se hacen cortas porque me despierto tarde. Todos los días te dedico un único minuto. Lo hago nada más poner un pie en el suelo. Lo exprimo y después lo lanzo al cajón de las cosas rotas.
Así desapareces el resto del día. Yo puedo respirar.
Se acabó el minuto.
AUSENCIA DE LA MATERIA por MARLUS LEON
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Sutil como tu mirada
de aire pálido al final del día
sin viento atravesando
la inconsistencia de la materia
bordados de pétalos
en la lengua púrpura
de ...
Hace 22 horas
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