Desfallecida porque he bebido demasiado en el almuerzo
las pestañas se quedan pegadas, la niña rubia está destripada
como si el corazón hubiese leído el peor libro
y esperara absurdamente a morir anclado en pastillas y huecos.
Dudo que prepares otra cama pero seguro que las sábanas
están limpias.
Y te la follarás despacio.
Como quien mira una cosa frágil y nueva.
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
-
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 4 días