Tengo unas cadenas
alrededor
del cuello
y por la cintura.
en las manos
grilletes
y en los pies.
Tarde, llegas tarde. El anillo se escurrió de mi mano
dentro del bolso. El tacón se dobló, siniestro.
Y como nunca me pongo rimel me picaban los ojos
que rojos como cerezas lagrimeaban mientras tú
me mirabas y yo no podía
dejar de temblar.
Porque yo no soy tan complicada
quiero creer.
Que no.
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
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DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 2 horas