Tengo unas cadenas
alrededor
del cuello
y por la cintura.
en las manos
grilletes
y en los pies.
Tarde, llegas tarde. El anillo se escurrió de mi mano
dentro del bolso. El tacón se dobló, siniestro.
Y como nunca me pongo rimel me picaban los ojos
que rojos como cerezas lagrimeaban mientras tú
me mirabas y yo no podía
dejar de temblar.
Porque yo no soy tan complicada
quiero creer.
Que no.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
-
[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 2 semanas