De memoria
No fue adrede, vale, pero
existió en ti una forma perfecta
de permanecer lejos
que supuestamente guardaba
una extraña cercanía con mi boca,
con mi boca o conmigo, no sé,
algo así como un diagnóstico
de odontólogo, un análisis de costes,
un dios mío qué será de mí
si no me vences miedo adentro,
si no eres victoria pura,
si no eres hombre al fin.
No fue adrede, vale, pero
existió en ti un modo de permanecer
lejos. Un modo de permanecer.
No pido memoria, ni es inútil
el consuelo: es idiota. Vano
recuerdo el de la mano fugaz
que dio de comer a las palomas.
http://espai.antville.org/
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
-
La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 10 horas