Porque lees un poema de amor que deseas hacer tuyo, lo borras todo.
Tú también tuviste los tuyos. Qué casualidad que por entonces no supiste verlos. Casi ni los leias. Es tan importante esto para mi, tan importante. Puede que el principio fuera realmente el principio del fin...
No quiero ponerme catastrófica ni nada porque me siento bien, ahora mejor después de saber que no me voy a morir y que podré tener hijos y sentirme realizada como hembra de la especie.
Mi madre puso esa cara levantando las cejas y frunciendo la boca cuando le dije: "más o menos ya sabes de qué te voy a hablar, no?". Claro y ella pone cara de no saberlo, de no querer saberlo.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
-
*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día