Mi familia me encontrará desnuda. Será el día en que los desastres quedarán por fin en la superficie. Podremos vernos las caras, los cuerpos. Podremos reencontrarnos, supongo. Tendrá mi padre las gafas un poco caídas, pero disimulará y dará los últimos consejos mientras esconde una lágrima. Mi madre llorará sin cesar y me hará llorar. Subiré a ese vehículo por ahora imaginario y seguiré la ruta marcada al instante.
De Europa hasta Asia.
Durante tres años correré desnuda, elegiré donde, cuando y como. Miraré tus ojos descalzos y pensaré en el horizonte que escudriñas sentado y solo, en aquella roca. Tula será por fin salvaje.
Tendré un hijo robusto que jugará en las playas. Cocinaré en espacios pequeños y perfectos, rallaré tomate con cebolla, perejil y aceite de oliva, que comeremos con pan recién hecho y caliente.
Jugaré con el fuego y con la piedra. Sentada con gente que nunca conocí la distancia no dejará espacio a las dudas. Dejaré que me lleve el tiempo, que me inunde la belleza, la juventud, lo práctico de hacer lo que se quiere. Te amaré sin condiciones, innecesarias por la comprensión de tu naturaleza. Mi carne será por fin salvaje. Correré y correré kilómetros de viento. Dejaré lo inútil aparcado en otro instante.
Acabará por sonar un sitar. Se hará de noche.
Y me enredaré en tu axila como si al dormir, no hubiera más que el sueño.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
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y para que conste: me autoproclamo payasa del año
y a ti te proclamo capullo del siglo porque hay que ver que cosas "me hiciste" escribir...
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