Doy un pequeño paso atrás, así puedo mirar las cosas con otra perspectiva. Dudas, dudas, dudas.
Un martillo pequeño como el de tu vecino suena en mi cabeza.
Supongo que tiene que ver con eso del miedo tonto, y si se me olvida que eres tan valiente.
Mira a todas esas personas. ¿Crees que podremos algún día caminar así? Los ojos ciegos y bostezando a casa paso. Nivel tres. Ascensor a la muerte. Busca una luna en tu colchón. Si la encuentras juro que bucearé en lagos y volaré hasta tu casa. En realidad existo desde hace tanto tiempo que puede que me mataran por la espalda. Me fascinan las armas blancas como objeto de deseo y me asustan los filos y las traiciones.
Puede que en el sueño de hoy no hubiera más que gente dando vueltas en círculo. Esos cardenales, obispos. Todos nosotros, en círculo, con un agujero en medio provocado por la inercia extraña del giro.
Salías por detrás subido en una especie de bicho mágico. Un caballo gigante con un ojo central que me miraba enamorado. Pasabas de largo pero después también dabas vueltas. El caballo había desaparecido dejándome una sensación de vacio que me hacía mirarte interrogante. Pero apenas me devolvías la mirada por encima de las gafas.
Me siento más feliz que un regaliz.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
-
*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
0 pulsaciones:
Publicar un comentario