Hoy mientras cerraba el puño sólo por cerrarlo, mientras dirigía el coche
por esa carretera oscura a una velocidad más que razonable, y sonaba
algo del white album en radio tres, me di cuenta de que era la primera vez
que
estando contigo, me apetecía más estar en otra parte, cualquier parte
donde no estuvieras tú. Algo momentáneo, quiero decir, con la posibilidad de
encontrarte más tarde, volver a verte.
Qué sé yo, salir con el fetichista de los pies, darme una vuelta con cualquiera,
fumar unos porros, llegar tarde a casa, olvidarme de que
existes.
También me levanté de la cama justo cuando decidiste darme la espalda, y
pensé que no está bien que durmamos en camas distintas, y odié mis problemas
de espalda y odié no tener dinero suficiente para comprar un colchón donde
dormir juntos. También
quise ignorarte y vine aquí tratando de conseguirlo, pareces abatido
y lejano, contaminado y nostálgico, tal vez sea que lloro petróleo, que sudo carne
y vuelco las tazas a propósito, que soy insoportable y la tristeza de saber
que pese a todos los pronósticos no estamos hechos
el uno para el otro.
Por más que rascamos siempre sale eso de
"sigue buscando"
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
-
[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 2 semanas
1 pulsaciones:
Eres grande. Deberías saberlo. :)
Publicar un comentario