Cómo era la cosa, ah, era así, nos cogíamos de las manos y
violábamos el azul y el azul y el azul impulsándonos hacia arriba.
Después conseguíamos recordar el salto y su ingravidez sentados
en el sofá cama del salón, bebiendo ron miel comprado en una tienda
de comercio justo pero no nos daba el pecho para tanto.
Recogí los pedazos de todos mis amigos mientras en el piso de arriba
empezaban la mudanza y arrastraban muebles (una pesadilla como otra
cualquiera) - recogí uno a uno los pedazos de ellos y los lancé por el balcón que da
a la plaza del árbol, los lancé como se lanza un sueño triste fuera
cuando has despertado y hace sol pero pese a todo no puedes sacarte de la cabeza
todo ese desbarajuste de medias tintas y recelos.
Escribo poemas muy malos, de todos modos no importa, trato de volver a hacer esto
sintiéndome feliz, trato de recordar mierdas y más mierdas para que aflore pero supongo
que soy feliz y algo falla para mi - no hay literatura con este nivel de endorfinas-
qué le vamos a hacer.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
-
*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
3 pulsaciones:
Bueno si para que haya buena literatura tienes que estar jodida, pues que se joda la literatura, ¿no?. A mi en cualquier caso me sigue gustando lo que escribes, digamos que puedes cambiar de registro, abandonar algo ese tono tan confesional para continuar creando poesia, o recurrir a toda la experiencia que aun no has sondeado, lo que es cierto es que tienes un gran talento y la poesia surgira, no se puede detener un rio, si se coloca un dique, el agua tan solo fluye en otra direccion. Me alegro de que hayas vuelto.
Un saludo...
¡A mí no me engañas, que no escribes porque ahora eres colegiala!!!!!!!
Besos
Le pasa a más gente... o a mí, supongo.
Publicar un comentario