Mi novio hidrófugo, suele enfadarse cuando el vapor
se vuelve niebla y bebe café, un café malísimo algo que podría
destrozar a cualquiera, pero él es
fuerte y noble, a veces se reduce como el vinagre al fuego
o crece en hilera como un abecedario o un adagio
y
me molesta con sus pies afilados o en el pánico del adiós cuando en
penumbra de recibidor
discutimos sobre cuentas o esbozos
sobre derechos y límites, nos consentimos cosas que a nadie más.
mi novio instruido en todo lo que se sostiene y labrando esta tierra
comiendo este pan.
Fumamos juntos a las dos del domingo, preparamos el almidón para
destrozarlo, alojamos la misma inteligencia.
Queremos un gato.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 1 semana