Cuando follamos, a veces cierro los ojos y veo
escenas del pasado. Es como si en otra vida hubiéramos
estado cerca alguna cosa parecida algo místico y absurdo.
Con otra persona
también me pasaba sólo que con él era algo así como
el año mil ochocientos y vestido blanco roto
y cabello bien peinado, un ventanal que daba a unos campos verdes
y húmedos
y contigo es más atrás como si fuéramos unos vikingos o
no sé en fin yo tengo desde luego el cabello rubio y larguísimo llevo
trenzas y una especie de sombrero o casco. Sé que suena mal pero
de verdad me pasa a veces cuando estamos follando que tengo como
visiones
chispazos y no quiero pararme a pensar en eso porque claro lo que
quiero es abrazar y abrazar y en definitiva
correrme
así que son cosas que en
realidad sirven de poco o de nada
y contarlas pues aún sirve de menos.
Sencillamente están ahí,
pasan.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
-
[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 2 semanas