Porque tienes temperatura, di las gracias
Porque existes y no eres una cosa muerta
O un hechizo nauseabundo de bruja primeriza
O un temblor fugaz en tienda de campaña
O una sonrisa al otro lado de la roca
Di las gracias, no sé, quise sonreír
Fue precioso el pensar que tenías
Eso
Ya sabes
Temperatura
Que existías
Y que
Estabas
Precisamente
Ahí.
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
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La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 10 horas