Háblame, yo estaré esperando.
Será cuando todo esto haya pasado y camines delgado
cerca de alguna preciosa chica de pantys rotos.
Supongo que yo estaré sentada en algún bar
con el pelo recogido en una goma negra
y escribiendo o leyendo
puede que, la verdad
simplemente esté mirando al vacío, y bebiendo una cerveza
Creo que para entonces yo también estaré delgada
es posible que con una intensa vida sexual, ajetreadas noches de viernes
y millones de amigos al teléfono.
Háblame, yo estaré esperando.
No habrá entonces todo este montón de cosas inmóviles entre nosotros.
La televisión, la perra, el viento que arde en poniente, los pelos del baño,
la insaciable provocación violenta a la que nos sometemos,
el rencor sordo, la ira ciega, el deseo mudo.
Ni la sordidez de emparejarnos para siempre
ni mi sueño con otro lugar con otro hombre en otra época.
Ni tu sueño con este lugar esta mujer y en esta misma época.
Puede que entonces, con cierta luz que nos embellezca
con un poco de hachís para nublarnos la vista
con un poco de miedo que nos impida decir según que cosas
y con la vergüenza que da que pase el tiempo.
Puede, solo digo que
es posible
podamos hablar. No sé
del tiempo, de los animales abandonados, de nuestra propia suerte
y todo
sin afilar las garras.
pero
quien
sabe.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día