Vas a aprender acerca del cartílago lunar
de la enfermedad que amenaza
del menosprecio y la inexplorada cáscara
desde la que nunca te atreves.
Vas a aprender a transformarte, serás
para siempre irreconocible y bajo
sospecha
podrás entonces objetar que nunca
hubo mayor placer que nunca hubo
nada
con igual consistencia
que aquella violencia
en forma de trampa
por la que te volvías
dócil.
Y conseguías
moverte
con
soltura.
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
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DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 1 semana