La acogida fue valiente, alborotada, fantástica..
escandalizaría a cualquiera.
Yo no me sentí abrumada, ni disminuyó mi ligereza
ante tu fe.
Mi cuerpo parecía un recipiente donde colocar tu yo.
Una cavidad, un sitio real,
te acogí con sinceridad, con miedo y cierta abstracción.
después con manías, inacción e inquebrantable seguridad
debiste sentir por mi culpa que yo no era más que un proyecto asi que
decidiste en tu grandeza que mejor
Ningún compromiso,
y entonces todo parece interesado
un catálogo de cómo insertar terror con veneno silencioso
cómo urdir un maquillaje y cómo hundir el talento
de una joven mujer
a base de
intrusión aleatoria, fisgoneo y sucias maniobras.
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS por PEDRO GONZÁLEZ POLLEDO
-
DÍAS DE HAMBRE Y ROSAS
Adelante y atrás por el camino,
en autostop, sin billete en los trenes,
en una mochila todos mis bienes
y la carretera como destin...
Hace 4 días