La acogida fue valiente, alborotada, fantástica..
escandalizaría a cualquiera.
Yo no me sentí abrumada, ni disminuyó mi ligereza
ante tu fe.
Mi cuerpo parecía un recipiente donde colocar tu yo.
Una cavidad, un sitio real,
te acogí con sinceridad, con miedo y cierta abstracción.
después con manías, inacción e inquebrantable seguridad
debiste sentir por mi culpa que yo no era más que un proyecto asi que
decidiste en tu grandeza que mejor
Ningún compromiso,
y entonces todo parece interesado
un catálogo de cómo insertar terror con veneno silencioso
cómo urdir un maquillaje y cómo hundir el talento
de una joven mujer
a base de
intrusión aleatoria, fisgoneo y sucias maniobras.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día