Noooo, sí tú estate tranquila. Habeis salido a cenar, eso es todo. El chico tiene unos buenos brazos, diríase que obtiene un sobresaliente en conversación y un cero en rutina. Él fue quien propuso ir al Temps y quedaste gratamente sorprendida, porque además conocía al camarero Billy Idol, con el que estuvo hablando unos minutos y a quien yo sonreía todo el rato, porque casi no podía creerme tanta cosa buena. El pelo largo, la sonrisa limpia, aunque sin gafas y con cierto deje en la mirada a ese actor que tanto odio. Pero vaya, el chico me gustaba.
Le dije, mira, esta es la dirección de mi blog que no es blog. Cométela.
Y cogió el papel, lo arrugó y se lo metió en la boca.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
-
*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
0 pulsaciones:
Publicar un comentario